Por tercera vez la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), impidieron a los manifestantes opositores llegar a la Defensoría del Pueblo en el Centro de Caracas, por medio de la utilización de bombas lacrimógenas y perdigones, que hicieron que la movilización cambiara continuamente de ruta.

En horas de la mañana se instaló en la avenida Francisco de Miranda, a la altura de Chacao, la tarima de la dirigencia de la oposición, donde hablaron dirigentes como Delsa Solorzano, Freddy Guevara, David Smolansky, Simón Calzadilla, entre otros.

Cerró las intervenciones Henrique Capriles Radonski, quien prefirió llamar a los presentes a marchar hasta la Defensoría del Pueblo, a fin de concretar la acción de protesta contra las sentencias 155 y 156 del Tribunal Supremo de Justicia, que suspenden de facto la competencia de la Asamblea Nacional y que fueron respaldadas por el Defensor del Pueblo Tarek William Saab, en nombre del Poder Moral Republicano. Las manifestaciones precedentes de los días martes y jueves de esta semana no se pudo lograr el objetivo.

Las personas iniciaron la caminata por la Francisco de Miranda hasta Chacaito, luego  la gente subió hacia el Bosque buscando la Avenida Libertador. Por esa arteria vial pasaron frente a la sede central PDVSA La Campiña, y aproximadamente a la 1 de la tarde, comenzó la represión de los efectivos de la PNB, quienes arrojaron gas lacrimógeno y bombas que expelían humo rojo que al parecer provoca vómitos. Ni los edificios residenciales se salvaron de la humareda.

En ese punto la marcha fue dividida, un grupo subió hacia la avenida Andrés Bello por calles adyacentes, en particular la avenida Los Jabillos.

A la altura de la iglesia de la Chiquinquirá, en La Florida, la GNB logró detener de nuevo la manifestación obligándola a replegarse otra vez hacia la Libertador. Una vez allí, el camión de agua a presión de la GNB conocido como La Ballena, presionó de nuevo a la gente hacia Chacaíto.

Un grupo grande manifestantes, mayoritariamente de jóvenes, devolvían las bombas. Algunos gritaban: “¡Vamos para la autopista, vamos para la autopista!”.  Los dirigentes de oposición, decidieron conducir a las personas por otras vías. En el repliegue, manifestantes se refugiaron en el Centro Comercial Lido, donde la policía se atrevió a lanzar bombas lacrimógenas en el interior de la edificación.

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