En tiempos de coronavirus, no hay mucho espacio para embellecerse. Uno de los pequeños negocios más afectados por la cuarentena, para evitar la propagación del virus SARS-CoV-2, es el de las peluquerías. Estos establecimientos, han tenido que cerrar sus puertas y sus trabajadores se mantienen a la expectativa ante la declaratoria del estado de alarma nacional.
En un país donde acicalarse es algo muy común, las peluquerías abundan en cada esquina. Sin embargo, quienes trabajan en estos establecimientos suelen recibir sus ingresos por clientela atendida.
“La gente se arregla para ir a trabajar, ir al cine o para alguna actividad al salir de la oficina. En esta cuarentena estamos paralizados, y no estamos produciendo. Nuestros ingresos dependen de los clientes. La semana pasada fue muy mala (económicamente) precisamente por eso. Ahora no estamos percibiendo dinero ni los muchachos ni yo sino viviendo al día”, contó a Efecto Cocuyo Andrely Castillo, administradora de un salón de belleza en La Candelaria.
Castillo confesó sentirse muy preocupada por cómo esto afectará a sus empleados: “muchos de ellos tienen familiares en situaciones críticas de salud o son el único sostén de su casa. Espero que este virus se vaya ya y nos deje seguir laborando”. Agregó que su expectativa es que en al menos dos semanas puedan retomar el trabajo.
“Hoy me llamó una manicurista. Me dijo que había hecho un trabajo de manos y pies a domicilio pero, ¿cuánto es eso? ¿400 mil bolívares? Le dije que debería tener cuidado porque también se estaba exponiendo y a la clienta, porque nuestro trabajo implica el trabajo directo y contacto físico, pero como dice el refrán: la necesidad tiene cara de perro”, comentó.
Sin clientas no hay ingresos
Marlene Montilla, que trabaja en una peluquería en Chacao, contó que el lunes 16 de marzo las dueñas abrieron solo para que las empleadas buscaran sus cosas y tuvieron que usar tapabocas: “Esta situación nos afecta demasiado, ya que nosotras no tenemos un sueldo fijo sino que nos pagan por porcentaje de lo que realizamos. Es decir, si no trabajo no obtengo ingresos”.
La estilista manifestó que tratar de resolver con trabajos a domicilio se ve complicado, por el mismo nerviosismo de la gente y cómo ahora todos están buscando resguardarse en sus hogares.
“Las clientas no me han llamado, este trabajo es mi único ingreso. Mi esposo también está afectado porque no ha podido salir a trabajar, él es comerciante”, contó la peluquera Gisela Yánez. Agregó que aún tienen algunas reservas de comida en su casa, pero le preocupa el momento en el que se acaben los recursos y deban salir a la calle a buscar trabajo.
El sector peluquerías se une al de los taxistas, mesoneros, comerciantes y trabajadores independientes que también se ven afectados en este período de cuarentena.
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