Un fallecido y 25 casos de coronavirus este sábado #13Jun
Un fallecido y 25 casos de coronavirus este sábado #13Jun (Photo by Federico PARRA / AFP)

El Centro de Investigación y Evaluación Institucional (CIEI) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) realizó una investigación sobre cómo la población está enfrentando social y psicológicamente la pandemia de la COVID-19.

Según el trabajo, ocho de cada 10 personas (79%)  se siente saturada ante la cantidad de información que surge en sus países con respecto al tema. Además, en América, Venezuela es el país que registra mayor disfunción social, es decir, mayor presencia de malestar psicológico y pérdida de bienestar en los ciudadanos, destaca el trabajo.

El sondeo, elaborado por Luisa Angelucci, directora del CIEI, y Yolanda De Abreu, responsable del proyecto, fue efectuado entre el 2 y el 18 de abril a través de la plataforma Google Forms y contó con la participación de 2.011 personas, con edades entre 18 y 85 años y un promedio de 37 años, residentes mayoritariamente de Venezuela (73%), pero también de Suramérica (17%), Europa (5%) y Centroamérica/Norteamérica (5%).  Del total, 67% son universitarios o con postgrado, 26% bachilleres y 5% técnicos. Solo 0,6% de los que respondieron no culminaron el bachillerato.

La profesora aclaró que, aunque la muestra no es probabilística y existe disparidad entre la cantidad de encuestados de Venezuela y el resto de las regiones, la encuesta permite ver al coronavirus desde una perspectiva psicosocial, favorece el análisis de los datos en un contexto-país particular y provee un conjunto de información que puede relacionarse entre sí para crear modelos de predicción.
Infodemia y confusión

Sin embargo,  de acuerdo con el informe, casi ocho de cada 10 personas (79%) afirman sentirse saturadas con el volumen de datos que reciben, seis de cada 10 (65%) están confundidas y tres de cada 10 (35%) comparten información no verificada.

Estos resultados sugieren que la población está presentando lo que se denomina  infoxicación, es decir,  una intoxicación mental ante el exceso de información que impide a las personas profundizar en el conocimiento obtenido y además las hace sentir abrumada.

La Organización Mundial de la Salud ha señalado que emitir y recibir información falsa puede relacionarse con el fenómeno denominado infodemia, término que se refiere a la sobreinformación respecto a una enfermedad, mucha de la cual está constituida por rumores, noticias falsas o mitos, lo que dificulta la toma de medidas adecuadas contra la COVID-19.

Incertidumbre: principal preocupación en Venezuela

Al pedírseles a los encuestados que mencionaran tres palabras con las que asocian el COVID-19, entre los venezolanos las más frecuentes fueron, en orden de importancia,  incertidumbre, muerte y aislamiento, todas de carácter negativo.

En Venezuela, 14%  de los encuestados señaló incertidumbre (200 personas), 11% (equivalente a 157 personas) mencionó el término muerte y otro 10% (146 personas) señaló aislamiento. Esta percepción varía ligeramente respecto a otras regiones. Por ejemplo, en Surámerica, los encuestados relacionan al virus con muerte, aislamiento y miedo (en ese orden) y en Europa con incertidumbre, aislamiento y miedo.

Para los encuestados de Centro y Norteamérica, la COVID-19 también constituye principalmente incertidumbre (un término de tono negativo), pero también es asociado a las palabras cambio (neutro) y reflexión (de carácter positiva).

Una sociedad con alto malestar psicológico

Con respecto a la disfunción social a raíz del confinamiento, ligada a la presencia de malestar psicológico y a la pérdida de bienestar en los habitantes, el nivel más alto de América es el presentado por los venezolanos y solo se equipara con el de los europeos. Sin embargo, las profesoras explicaron que en Venezuela, la merma de la calidad en las áreas de salud, alimentación, educación y seguridad ya existía desde antes del inicio de la pandemia.

“En este contexto de deterioro, la situación de la COVID-19 viene a agudizar dicho malestar y a aumentar los niveles de preocupación e insatisfacción”, afirmó Yolanda De Abreu.
A pesar de esto, el estudio reveló bajos niveles de depresión-ansiedad entre los encuestados. «Las regiones presentan moderados o bajos síntomas de depresión y ansiedad,  un poco menor en Norteamérica. Sin embargo, no hay diferencias significativas entre ellas», se lee en el informe.

Curioso optimismo

A pesar de las referencias de preocupación, insatisfacción e incertidumbre manifestadas por los participantes en este estudio, un dato curioso es que la mayoría de ellos (67,3 %) valora como positiva la situación relacionada con la COVID-19; es decir, casi siete de cada 10 personas manifiesta optimismo ante lo que representa la pandemia. Solo 18,70% de los encuestados tiene una percepción negativa de lo que ocurre y 14% ve con indiferencia el panorama.

“Hay varias explicaciones para esto. Una es que a pesar de presentar pensamientos y reacciones emocionales negativas ante la COVID-19, las personas evalúan en forma general la situación con optimismo. Parecen ver a la situación como un nuevo obstáculo a superar. Es vivir preocupados, pero aún  optimistas, lo que aparentemente les permite afrontar la situación”, manifestó Angelucci.

“Tomando en cuenta las limitaciones, la investigación permite conocer varias aristas de la COVID-19, desde una perspectiva psicosocial, que pueden servir de base a diferentes profesionales que abordan el tema. Así mismo, favorece el análisis de los datos en un contexto determinado y provee un conjunto de información que puede relacionarse entre sí para comprender un poco más esta situación de pandemia”, concluyó la encargada del Centro de Investigación y Evaluación Institucional de la UCAB.

Con información de prensa UCAB