No había mascaras ni disfraces, no había bombas o serpentinas, solo había colas en las afueras de los supermercados de Caracas este domingo de Carnaval. “Hoy me gustaría, en vez de estar aquí haciendo una cola para conseguir dos harinas o dos pastas, estar disfrutando con mi familia en otro lado. No estar aquí haciendo este sacrificio para comprar dos productos” relató Guillermo Hurtado, quien desde las 6:00 am hacía una fila en el Día Día de Antímano.

No era el único. La señora Doris Delahoz no está resignada a hacer cola y se entristece porque está obligada a hacerla “y a veces uno no consigue nada”. Trabaja de lunes a sábado, comenta que toma café sin azúcar porque no la consigue. A su juicio, el Gobierno debe rectificar, “apoyar la producción para acabar con la escasez, porque estamos mal y vamos para peor”, sentenció.

Hace poco menos de un mes, pocos hablaban de política porque eso “no iba a resolver sus problemas”. Ahora, de las diez personas consultadas por Efecto Cocuyo, todas hicieron referencia al revocatorio o a la producción para palear la crisis que atraviesa el país.

En Antímano, una mujer de unas 30 años de edad que fumaba en la entrada del local, controlaba el acceso al supermercado y gritaba: “pórtense bien porque si no, no los dejo pasar”. Había cuatro productos de primera necesidad: Harina PAN en 135 bolívares, pasta en 400, mantequilla en 365 y la mayonesa 415.

Glenda Cordova terminó de comprar a las 11:00 am, desde las cinco de la mañana que llegó. Confesó que no sabía qué iba a comprar. “Ahorita uno se conforma con lo que consiga”. Hace más de un mes que no encuentra arroz, azúcar ni café. Aseguró que revendido los puede conseguir con lo buhoneros y bachaqueros, pero “muy costosos”.

Criticó que “solo ellos lo tienen, los bachaqueros no hacen cola, ellos están cuadrados con la policía”. Sin embargo, “aunque sabemos quienes son, uno no puede decir nada, te pueden dar un puñalada, cortar la cara o hasta darte un tiro”.

El señor Juan Boza cree lo mismo. Aseveró los bachaqueros que operan en la parroquia viven en La Quinta Mato, al frente de la Jefatura Civil de Antímano, “cada quien saca su parte”. A Boza le corresponde comprar los jueves, “yo me vengo los miércoles 9:00 pm y amanezco aquí, arriesgado a que me maten, pero si no es así, uno no compra nada. Rolo ‘e cambio”, expresó.

Día Día Av. Baralt
Día Día Av. Baralt

“El referéndum viene en camino. Yo como Presidente de la República haría un esfuerzo por darle solución al pueblo, pero este carajo no toma decisiones y la gente no se cala esto”, comentó Freddy en otro Día Día. Éste, el de la avenida Baralt en el centro de la ciudad.

Yolanda respalda la premisa, “ellos están tranquilos, ellos se montan en sus aviones van a Panamá, Ecuador y compran sus mercados, ellos no hacen cola. O les traen la comida en helicóptero. Mientras ellos sigan en el poder esto no va a cambiar”, dice lamentándose, “Venezuela ya no es la maravilla que era”.

La mujer sostenía tres mayonesas en sus brazos, “una para cada mes, para que los hombres de mi casa reflexionen porque ellos no viene a calarse esta pepa de sol”. Hoy, al mediodía, aguardaba la esperanza de comprar harina de maíz y “unas arvejitas que desde hace un rato que no se consiguen”.

Final de la cola en el Día Día Av. Baralt
Final de la cola en el Día Día de la avenida Baralt

Desde la madrugada, vecinos de la parroquia La Vega hacían cola en el Abasto Bicentenario. La fila se disipó a las 9:00 am cuando el papel higiénico se acabó. Afuera del comercio, una señora que alquila teléfonos comentó: “cómo me gustaría tener una cámara para grabar todo lo que pasa aquí. La gente tiene hambre. Ojalá el gobierno deje de hablar tanta estupidez y comiencen a producir para acabar estas colas”.

Abasto Bicentenario de La Vega
A las 10:00 am el Abasto Bicentenario de La Vega ya estaba vacío. La cola que se había formado desde la mañana se disipó cuando se acabó el papel higiénico.

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