Cerca de dos meses después de haber sido detenido el supuesto creador de la plataforma Monitor Dólar, a quien acusaron de ser el promotor del dólar paralelo y el constante aumento de la brecha cambiaria, el valor de la divisa norteamericana en el mercado legal de la misma manera sigue en indetenible alza, con una devaluación constante del bolívar.

El dólar oficial tasado por el Banco Central de Venezuela (BCV) cruzó este martes 22 de julio una barrera que muchos temían: los 120 bolívares. La cifra marca un nuevo capítulo en la crónica de la devaluación del bolívar, según afirman varios expertos.

En lo que va de julio, la divisa estadounidense ha escalado sin descanso a un promedio de 1 bolívar diario de incremento. A principios de mes, el 1 de julio, el dólar BCV amaneció en 108,189 bolívares, apenas unas décimas más alto que el día anterior.

Pero ese suspiro fue solo el comienzo. En la primera semana, la cotización oficial escaló hasta los 111,42 bolívares el 4 de julio.

Para el 9 de julio, el BCV marcaba 113,75 bolívares y ya para el 14 de julio, la tasa oficial estaba cerca de los 115 bolívares.

Devaluación constante del bolívar

Esta tendencia alcista refleja una devaluación sin freno del bolívar, como lo han señalado diversos analistas en redes sociales y medios especializados. La tasa del BCV, que se calcula como el promedio ponderado de las operaciones diarias en las mesas de cambio de los bancos participantes (públicos y privados), se ha visto influenciada por la alta demanda de divisas y la limitada oferta de dólares en el mercado formal.

El aumento del dólar a 120 bolívares tiene consecuencias para los ciudadanos, especialmente en un contexto donde los ingresos en bolívares no se ajustan a la misma velocidad que la devaluación.

El salario mínimo y las pensiones, que rondan los 130 bolívares mensuales, equivalen a menos de 1,08 dólares al tipo de cambio de este 23 de julio de 2025. Esto coloca a la mayoría de los venezolanos en una situación de pobreza extrema, incapaz de cubrir necesidades básicas como alimentos, medicinas o transporte.

Por ejemplo, un producto que costaba 100 bolívares a principios de julio (equivalente a unos 0,91 dólares al tipo de cambio de 110 bolívares) ahora requiere 100 bolívares que equivalen a 0,83 dólares, lo que representa una pérdida real de valor para los consumidores.