Apenas comienzan las vacaciones escolares y, aunque todavía quedan más de 5 semanas para el inicio oficial del año escolar 2025-2026, ya familias venezolanas recorren calles y comercios de las principales ciudades del país para garantizar la compra de uniformes y útiles escolares para sus hijos.
El acelerado y diario aumento del dólar estadounidense, referencia para los precios en el país, hace que muchos padres, madres y representantes teman que los costos de esos importantes artículos educativos aumenten cada vez más y los niños o adolescentes no cuenten con lo mínimo para comenzar el nuevo periodo escolar.
Aunque los precios en dólares se han mantenido estables respecto del año pasado, el salario promedio hace que equipar a un estudiante sea una odisea para muchos, en un país en el que la inflación y la devaluación del bolívar no dan tregua.
En las bulliciosas aceras de Sabana Grande, Petare y el cetro de Caracas han comenzado a aparecer vendedores ambulantes de cuadernos, lápices, chemises y zapatos escolares, que exhiben ya sus promociones.
En los centros comerciales, grandes tiendas departamentales como la tradicional Ovejita, Macuto o Tu Aliado Digital en sus redes sociales muestran su catálogo de prendas para los alumnos de preescolar, primaria o bachillerato, con precios algo más altos que en la calle, pero con evidente mejor calidad.

Números para tomar en cuenta
Una lista básica de útiles para un niño de primaria, sin incluir los libros, puede alcanzar este año entre 15 y 80 dólares. Si se suman los textos escolares, ya el precio puede subir hasta los 200 dólares, estimando que por lo menos uno solo de ellos cuesta entre 20 y 30 dólares.
Esa lista, con solo útiles como 1 sola libreta, un sacapuntas, una regla, un borrador de goma, una caja de creyones y una resma de papel, puede costar no menos de 10 dólares, eso si se compra en los puestos callejeros, pues en papelerías y librerías aumenta un poco más.
Cada cuaderno adicional, dependiendo del tamaño, calidad y número de hojas, se consiguen en un mínimo de 1 a dos dólares, hasta los 6 u 8 dólares.

“Estoy comprando lo mínimo: un cuaderno por materia, un par de lápices y colores. Lo demás lo resuelvo con lo que sobró del año pasado”, cuenta María González, madre de dos niños, mientras revisa precios en un puesto en Chacaíto, al este de Caracas.
Cuenta la representante que decidió comprar algo de la lista en este mes de agosto, porque teme que ya en septiembre los precios aumenten. «Y yo no gano en dólares», dijo.
Los uniformes, por su parte, representan el mayor golpe al presupuesto familiar. Un conjunto básico –dos chemises, dos pantalones o faldas, un par de zapatos, un mono deportivo, una franela y medias– cuesta entre 60 y 120 dólares por estudiante.
En las tiendas Ovejita las camisas tienen un valor de entre 15 a 18 dólares, dependiendo de la talla y color por nivel (amarilla, roja, blanca, azul y beige). Los buhoneros tienen prendas similares, de marcas no tan reconocidas, desde 5 a 10 dólares en Sabana Grande.
Si se habla de zapatos, ya las tiendas ofrecen los calzados escolares básicos con precios entre 20 y 60 dólares; los de educación física, también exigidos por los colegios y escuelas, van por los mismos precios, dependiendo igual de las marcas, calidades y tallas.
La vuelta al colegio no es solo una fecha en el calendario; es una prueba de resistencia para las familias venezolanas. Muchos padres y representantes están a la espera de que los entes gubernamentales habiliten a finales de este mes o el que viene las tradicionales ferias escolares para buscar un ahorro.