presidente Nicolás Maduro ordenara la intervención de la tienda de electrodomésticos “Daka” en 2013 como ofensiva contra la “guerra económica“, los negocios de este sector sufrieron una caída libre en las ventas de sus productos.En Pablo Electrónica, ubicada en la parroquia La Candelaria, al oeste de Caracas, la afectación provocó la disminución de las ventas en 85%, comparada con los años anteriores al conocido “Dakazo“, cuando el Gobierno Nacional ordenó bajar los precios de los productos hasta en 77%.“La tienda se ha visto afectada porque el venezolano no tiene capacidad adquisitiva para comprar los pocos productos que nos llegan al tipo de dólar cambiario“, dijo el asesor de ventas Jonny Bautista.En este comercio era regular recibir 60 clientes en una mañana; la mayoría de ellos compraba los productos a su gusto, sin pensar en el gasto; tres años después del “Dakazo”, la visita de clientes diarios no supera los 12, afirma.Relata que “antes las familias venían de shopping: el niño pedía los audífonos, la hija se llevaba un aire acondicionado, el papá, un televisor y la mamá, una nevera; en la actualidad, viene toda la familia a cancelar un solo producto“.La mayoría de los aparatos que se encuentran en Pablo Electrónica son de marca genérica, importados desde China. “Son lo que nos están surtiendo porque las marcas más reconocidas se han ido del país. Las que quedan, solamente prestan servicio técnico“, explicó el vendedor.Bautista revela que de aproximadamente 60 marcas reconocidas que ofrecían productos, quedan alrededor de 40 en el establecimiento, donde no hay neveras ejecutivas o de dos puertas. Sin embargo, la venta de microondas ha aumentado en 80% en los últimos años.Tampoco hay productos LG, ni Panasonic pero sí Samsung. Un televisor pantalla plana grande puede costar entre 1 millón y 1 millón 800 mil bolívares; el de 60′ pasa los 3 millones de bolívares. En dimensiones más pequeñas pueden valer entre 290 y 360 mil bolívares. Las marcas mejor posicionadas en el mercado tienen un precio más elevado que las marcas genéricas.Al entrar al establecimiento comercial se puede observar, por ejemplo, dos congeladores en apariencia casi totalmente iguales, solo con marcas diferentes: Mundo Blanco y Top Mount. Uno cuesta 250 mil y el otro 270 mil bolívares. Bautista explica que esto se debe al fenómeno out free: mercancía china a la que el distribuidor venezolano asigna la marca según su nombre comercial. Lo mismo ocurre con las neveras, televisores, equipos de sonido, entre otros.Oster es un proveedor fiel en la tienda de electrodomésticos Mundo Samira, de Boleíta Norte, al este de Caracas. Su gerente, José Castillo, explicó que el personal trata de mantener la exhibición de la tienda surtida -también con mayoría de productos chinos– para que los clientes se hagan una idea de que hay productos para escoger.Sin embargo, “hay clientes que observan las marcas y se quejan de que Mundo Samira no es lo que era antes. Nosotros nos acercamos y le decimos: Señor, Venezuela no es lo que era antes“.En esta tienda, las ventas se mantienen con cierta regularidad desde hace cuatro años, pero las ganancias se fueron en picada, perdiendo más de 50%. “Antes podíamos vender 1 millón de bolívares en una variedad de productos que se llevaban varios clientes, ahorita facturamos la misma cantidad por un solo producto“, explicó Castillo.Los tipos de clientes que solían acudir a esta tienda no han desaparecido en su totalidad. “De vez en cuando vemos al cliente que viene a ‘hacer mercado‘ y y lo hace”, dice Castillo, pero muy poco se observa la visita de familias en la tiendas. “Cuando vienen, es probable que se lleven un producto de alto costo y algunos otros con precios más accesibles“.En estos dos comercios, las formas de pago han variado. Ya no solo se usan las tarjetas de débito o crédito, también se pueden hacer transferencias, pagar con cheque de gerencia y con extracréditos.En Max Center, también ubicado en Boleíta Norte, los vendedores han sido testigos de los cambios que se han generado en el mercado de electrodomésticos. Efecto Cocuyo visitó la tienda este viernes 7 de octubre, al igual que las dos anteriores y la poca información que obtuvo fue que “ahorita no hay nada en esta tienda, que antes vendía desde un gancho de ropa hasta la mejor nevera“, dijo un trabajador.Los espacios de exhibición estaba notablemente desocupados. Solo había en dos hornos empotrados en la pared y seis cocinas, con cuatro hornillas y un horno cada una.]]>
Tiendas de electrodomésticos con cada vez menos productos y menos compradores
Algunas tiendas se encuentran escasas de electrodomésticos, las otras palian el mercado surtiendo los anaqueles de mercancía china
