María Laura Chang / @MarilaChang
El presidente Nicolás Maduro informó este miércoles 21 de enero, en la presentación de la Memoria y Cuenta 2014 ante la Asamblea Nacional, una serie de medidas económicas para enfrentar las dificultades que, según reiteró, se deben a una “guerra económica de la derecha”. La baja de los precios del petróleo, de $100 a $40 por barril ha influido en las decisiones ejecutivas y en cadena nacional los anuncios más importantes fueron:
- A partir del 1ero de febrero15% de aumento del salario mínimo y a los pensionados.
- Debate con todos los sectores del país sobre el posible “reajuste” del precio de la gasolina.
- Modificación del sistema cambiario
Sobre este último aspecto, los economistas Ronald Balza y Asdrúbal Oliveros, aunque aseguran que el mensaje del Presidente fue poco claro, consideran que no traerá un impacto positivo en la economía nacional. Son tres tipos de cambio oficiales: uno a Bs. 6,30 por dólar para alimentos y medicinas; un solo Sicad (Sistema Complementario de Administración de Divisas) y la reapertura de casas de bolsas públicas y privadas, sobre lo que se conocen pocos detalles. El Mandatario nacional enfatizó que estas son medidas temporales; sin embargo, los resultados influirían en la economía a corto, mediano y largo plazo.
Ambos expertos coinciden en que para que estas medidas tengan éxito deberían estar acompañadas de otras disposiciones, entre las que se destacan la disciplina fiscal (exigencia en el pago de impuestos y tributos) y cambio en la política monetaria (la cantidad de dinero que circula en el país).
Sostienen que mantener el tipo de cambio a Bs. 6,30 por dólar es un error, ya que incentiva la corrupción, el arbitraje, las dificultades para la fijación de precios e incide en la inflación. Esto, en el contexto de caída de los ingresos petroleros, tiene un costo muy grande. Según Balza, no solo se está subsidiando el producto, sino la moneda con la que se compra. En opinión de ambos, hubiese sido mejor eliminar este tipo de cambio y que los subsidios a los sectores más necesitados se realizaran preferiblemente en bolívares.
Las subastas de Sicad I se mantendrían a una sola tasa, que no especificó, pero se presume estará alrededor de los Bs.40 por dólar. Ronald Balza detectó una cantidad de problemas que persistirían: la discrecionalidad del Banco Central Venezuela con respecto a cuáles son los sectores que se convocan a la subastas, siendo además ellos los que fijan el precio y la cantidad de divisas a cambiar.
El tercer tipo de cambio en esencia se asemeja a la aparición del Sicad II. La idea, comenta Balza, es dejar que el mercado establezca los precios e invitar al sector privado a colocar sus dólares allí. Los expertos consideran llamativo que se mencionara la reaparición de casas de bolsas, que en 2010 fueron cerradas por orden del entonces ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani. Con su clausura se extinguieron las estructuras internas de estas bolsas de valores, lo que dificultaría su retorno.
Oliveros afirma que, aunque pudieran comprarse dólares libremente en un mercado paralelo legalizado, la única garantía para que eso funcione a largo plazo es que exista un control sobre los bolívares, por lo que recuerda la importancia de la vía fiscal y monetaria. De no ocurrir, se generaría una presión brutal sobre el sistema: muchos bolívares para comprar dólares insuficientes en el mercado.
El miércoles 21 de enero, la divisa estadounidense se cotizaba en Bs.174,27. Dos días despuéssubió a Bs.183,01.