Rusia dio este miércoles un respiro a Venezuela, uno de sus principales aliados en América Latina, con la firma de un acuerdo de reestructuración de deuda cuyos términos son confidenciales, pero que permitirá a Caracas pagar cantidades mínimas hasta 2026.
“Hemos firmado un acuerdo de carácter estratégico para el Gobierno y el pueblo venezolanos. Un acuerdo de gran importancia política y financiera (…) que nos permite una flexibilización en los pagos de la deuda”, dijo a la prensa tras la firma el vicepresidente del Área Económica venezolano, Wilmar Castro Soteldo.
El también ministro de Agricultura explicó que las condiciones de la refinanciación son confidenciales por deseo del Gobierno ruso.
Pese a esto, de las declaraciones de Castro y del comunicado difundido por el Ministerio de Finanzas ruso se desprende que Caracas estará exento de pagar la deuda hasta al menos 2020.
“El monto de la deuda consolidada de Venezuela es de 3.150 millones de dólares, y el nuevo gráfico prevé pagos durante diez años, siendo el volumen de estos en los primeros seis años mínimo”, anunció la cartera rusa.
A su vez, Castro se refirió a “condiciones de pago muy ventajosas hasta el año 2026″, que seguirán siendo “muy buenas” en adelante, es decir, hasta 2030.
Ahora que la agencia de calificación de riesgos Standard & Poors (S&P) ha declarado la deuda soberana de Venezuela en estado parcial de “default”, el acuerdo firmado hoy en Moscú es una firme muestra de respaldo del presidente ruso, Vladímir Putin, a su colega venezolano, Nicolás Maduro.
“Pone de manifiesto el fortalecimiento de las relaciones entre Rusia y Venezuela (…) y recoge los frutos de la batalla que el comandante (Hugo) Chávez (expresidente venezolano fallecido en 2013) planteó en la conformación del mundo multipolar y que el presidente Putin siempre apoyó”, dijo Castro.
Sin entrar en detalles, el ministro venezolano admitió que “el negocio petrolero está incluido en el acuerdo, al igual que otras áreas productivas, como la automotriz, la minería y la agricultura”.
Rusia, y sobre todo su gigante petrolero estatal Rosneft, nunca han ocultado su interés en los yacimientos del petróleo, de enorme riqueza, que tiene el país.
Hace solo tres meses, Rosneft transfirió a Caracas 6.000 millones de dólares en concepto de adelanto por suministros de petróleo venezolano a esa compañía de aquí hasta 2019.
Según Castro, los dos países también han negociado como parte de la refinanciación una serie de acuerdos que permitirán “satisfacer el conjunto de las necesidades del pueblo venezolano y retomar el intercambio comercial que veníamos sosteniendo con Rusia en los primeros años de nuestras relaciones”.
“Estamos afinando los términos de nuevos acuerdos que trataremos la próxima semana en la comisión intergubernamental” ruso-venezolana, concluyó.
A la firma del documento en el Ministerio de Finanzas ruso también asistió por parte de Caracas el ministro de Economía y Finanzas, Simon Zerpa.
Anteriormente, el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, anuncio que Caracas había aceptado todas las condiciones de refinanciación ofrecidas por Moscú.
En su última visita a Rusia hace menos de dos meses, Maduro abordó la posibilidad de reestructuración con Putin.
A finales de 2011 Rusia concedió a Venezuela un crédito por valor de 4.000 millones de dólares para la compra de armamento, que Caracas devolvió sin dilaciones hasta marzo de 2016, cuando empezaron los retrasos.
Según estimaciones de la comisión de Finanzas del Parlamento venezolano, el país tiene una deuda total cercana a los 150.000 millones de dólares, lo que genera un pago anual cercano a los 10.000 millones de dólares, “sin incluir lo que se cancela a China y Rusia” por varios convenios.
EFE
vamos para esta,,,,,, lo que le viene a Venezuela es una hiper inflación sin frenos,,,, el dolar llegará a costar 200.000 en el año 2018,,,,
esta falsa revolución anti bolivariana lo que va a traer es una hambruna y enfermedades y pobreza extrema sin precedentes,,
a correr QUE VIENE EL CARRO DE DRACULA,,, SOCIALISTA COMUNISTA DE LOS ZOMBIES,,,
El primer dólar zimbabuense fue introducido en el año 1980 y substituyó al dólar rodesiano en 1:1. El ISO 4217 era ZWD, (ya no se utiliza más). Cuando fue iniciado su uso, su valor era aún mayor al del dólar estadounidense (0,68 ZWD = 1 USD). De este primer dólar circularon monedas de 1, 5, 10, 20 y 50 centavos, así como de 1, 2 y 5 dólares. Los últimos billetes emitidos fueron de 10, 20, 50, 100, 500 y 1.000 dólares.5 Sin embargo, su valor se fue erosionando por la inflación que durante la primera parte de la década de 2000 (la hiperinflación se elevó a un mínimo mensual de un 800%). El 26 de julio de 2006, el valor de mercado paralelo del dólar zimbabuense cotizó: Z$1.000.000=£1.67
El segundo dólar[editar]
El 1 de agosto de 2001, como intento para parar la elevada inflación que sufría la economía del país, se anunció por parte del Banco Central la introducción de un nuevo dólar a razón de 1.000 a 1, es decir, 1.000 antiguos dólares equivaldrían a uno nuevo. De esta unidad monetaria no existen billetes con poder liberatorio como tal, sino cheques bancarios de reserva, con una validez limitada en el tiempo. El 1 de enero de 2008 fueron emitidos cheques por valor de 250.000 (que sustituía al cheque de 200.000 emitido en diciembre del año anterior), 500.000 y 750.000 dólares de Zimbabue, y tan solo días más tarde el banco anunció la puesta en circulación de nuevos cheques de 1, 5 y 10 millones de dólares. También de $100.000.000; $250.000.000 y $500.000.000. Durante mayo de 2008, el Banco de Reserva de Zimbabue puso en circulación nuevos billetes (cheques) especiales agricultores de $5.000.000.000, $25.000.000.000, $50.000.000.000 y $100.000.000.000.8