Custodiado por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), el paso hacia el puente internacional Simón Bolívar, principal vía terrestre de comunicación entre Venezuela y Colombia, estaba completamente cerrado para transeúntes y viajeros que se trasladaron desde distintas partes del país para movilizarse hacia el otro lado de la frontera.
“El ambiente era de mucha depresión. Muchos no podían visitar a sus familiares o ir a comprar los regalos de navidad”, relató el periodista Rafael Urdaneta el primer día del cierre por 72 horas de la frontera colombo-venezolana por órdenes del presidente Nicolás Maduro.

Tal es el caso de la señora María Díaz, quien afirmó que sus hijas le enviaron un pasaje aéreo para cubrir su traslado desde Cúcuta hasta Cali y así pasar las fiestas navideñas en familia, a quienes no ve desde hace años.
“Es una injusticia. Si es por lo de los billetes de 100, si creen que yo los llevo, entonces que me revisen todas mis maletas o mi cuerpo, si quieren”, expresó molesta mientras explicó que una penalización por cambiar el vuelo cuesta más que el mismo pasaje. “Ahorita no estamos para estar gastando dinero así”.
Como Díaz, muchas otras personas se quedaron varadas en la frontera. “Vengo desde Barquisimeto para Cúcuta. Tengo a mi mamá enferma. Ella me necesita porque tiene 72 años. Queremos pasar para Colombia, ¿qué podemos hacer? ¡Por favor, ayúdenos!”, relató Luz Estella Varón.

En los últimas días se podían apreciar carteles en distintos comercios de Cúcuta, en los cuales se especificaba que no aceptaban bolívares, “sólo pesos”. No obstante, Urdaneta detalló que horas después de realizados los anuncios del presidente Maduro, muchos de esos negocios ya no tenían el aviso. “Es posible que en la noche los militares los hayan obligado a quitarlos”, dijo.
Desde la mañana, la avenida Venezuela de San Antonio del Táchira lucía desolada. Las calles estaban vacías y sólo un soplo de brisa fresca acompañaba a los pocos transeúntes en el lugar. Agencias de turismo, mueblerías, hoteles, restaurantes y hasta algunas oficinas de servicio fronterizo estaban cerrados durante el día.
“El comercio en el casco central de la ciudad fue abriendo a medias, aunque el panorama cambió a golpe del mediodía. Sin embargo, muchos establecimientos estaban vacíos, sin clientes“, contó Urdaneta.

La medida anunciada en la noche del 12 de diciembre por el Jefe de Estado, busca evitar que las llamadas “mafias financieras” movilicen las grandes cantidades de papel moneda, en billetes de Bs. 100 que, dijo, están en territorio colombiano y lo reingresen a Venezuela para canjearlo en los bancos.
“En el limbo, sentados en aceras, a la intemperie y con maletas en mano, las personas aún tenían la esperanza de poder cruzar el puente internacional Simón Bolívar“, concluyó el periodista.
Fotos: Rafael Urdaneta