Hampa controla carreteras al sur de Aragua

El asesinato del teniente coronel de la Aviación, Onix Alfredo Requena Castro, comandante  del Grupo Aéreo de Operaciones Especiales Nº 17, reavivó la alarma en los cuerpos policiales, debido a los secuestros que se producen en las carreteras del sur de Aragua y Guárico.

El oficial fue plagiado el pasado miércoles 8 de julio, cuando tripulaba una camioneta Toyota, modelo Hilux, por la población de Memo,  municipio Rafael Urdaneta, estado Aragua. Al día siguiente unos lugareños del sector El Roble,  municipio Chaguaramas, estado Guárico, hallaron el cadáver. Presentaba múltiples heridas producidas por el paso de proyectiles. Presumen que sus captores le dispararon con una escopeta a próximo contacto.

Requena Castro quedó registrado como la última víctima de la modalidad delictiva conocida como “pesca milagrosa, la cual consiste en ilícitas alcabalas móviles que la delincuencia organizada instala en solitarias carreteras donde secuestran de manera colectiva e indiscriminada a los viajeros que tengan la mala fortuna de pasar por allí. Los captores luego indagan de quiénes se trata y cuánto valen.  

El tipo y marca del vehículo, las tarjetas de crédito, el aspecto y un breve interrogatorio permite a los secuestradores definir el perfil de su potencial presa. Después son llevados a apartados lugares donde permanecen cautivos mientras se desarrolla el proceso de negociación con sus familiares.

Caiga quien caiga

En pasillos policiales se conoce  esta modalidad criminal con las siglas “CQC” (Caiga quien caiga), iniciales que además se refieren a un satírico y humorista programa de televisión. Se trata de una ironía, pues en las alcabalas caen peces pequeños y peces gordos.

Fuentes policiales aseguran que las poblaciones de Barbacoa, Camatagua, San Sebastián, San Casimiro, Carmen de Cura y El Sombrero, estado Guárico, están controladas y sometidas por  la delincuencia.  Policías, guardias nacionales y funcionarios públicos se encuentran entre los agraviados que han sido extorsionados. En estas apacibles localidades los toros coleados, como actividad tradicional, pasaron a la historia, debido a que los delincuentes suelen secuestrar a los visitantes y turistas. Además roban los tráiler que transportan los caballos y cargan con las reses.

Tras la persecución de la cual fueron objetos los integrantes de la organización criminal liderada por “El Picure”, las autoridades aseguran que surgieron otras bandas emergentes, entre ellas una liderada por alias “Juvenal”, un delincuente que opera en la población de Memo. Se le atribuyen asaltos a cuerpos policiales y rescate de delincuentes detenidos en calabozos policiales. La agrupación está conformada por unos 30 hombres y mujeres. Por su osadía acostumbran a exhibirse fotografiados en las redes sociales con armas largas y granadas.

Tras el asesinato en cautiverio del teniente coronel Requena Castro, de 36 años, los detectives del Eje de Homicidios de Aragua del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) determinaron que en esa oportunidad fueron secuestradas de manera simultánea una docena de personas, entre ellas dos mujeres y dos niños.  Allí también se encontraban varios ciudadanos de origen asiático. Agentes del Grupo Antiextorsión y Secuestros de la Guardia Nacional (Gaes) presumen que los delincuentes se percataron de que el oficial era un militar activo y optaron por ajusticiarlo para evitar que los cuerpos de seguridad emprendieran una cacería en su contra.

Alias “Juvenal” ingresó a los radares policiales el mes de noviembre del pasado año, luego que 11 de sus adeptos fueran asesinados en una finca situada en Memo tras ser atacados en una venganza ejecutada por miembros de la banda comandada por “El Picure”. En ese momento se trataba de una organización incipiente.

Hoy, después de recuperarse de la masacre, controlan amplios territorios. Se cree que actúan bajo la aquiescencia  de funcionarios policiales y militares.  Por ello atribuyen su inusitado crecimiento y la impunidad con que actúan. Se estima que el número de secuestros en la zona se ha disparado de manera exponencial, aunque los cuerpos de seguridad no ofrecen cifras oficiales para desmentir o confirmar el fenómeno.