Unas 150 bandas delictivas operan en Venezuela, donde la cultura de los pranes dentro de las cárceles se ha propagado fuera de ellas, explican expertos. “El Picure”, “El Juvenal” y “El Coqui” son los apodos de las cabecillas de algunos de estos grupos criminales. De acuerdo con el Observatorio de Delito Organizado, son diez megabandas que controlan zonas claves del país.
Aragua, Guárico, Zulia, Miranda, Anzoátegui y Bolívar, son los estados desde donde operan estas megabandas que se articularon desde hace diez años aproximadamente. El número de miembros puede rondar los 50 por cada grupo de delincuencia organizada.
“El Estado se presenta solo como un elemento formal al exterior del penal, pero su control absoluto lo ejercen estos jefes criminales que ahora controlan la vida de los miembros de las bandas para cometer delitos dentro y fuera del penal”, explica Luis Cedeño, director del Observatorio de Delito Organizado.
A José Antonio Tovar Colina, conocido como “El Picure”, se le atribuyen cargos de secuestro, homicidio, robo de vehículos y extorsión. También de ataques contra comisarías de cuerpos policiales como el del pasado 5 de julio, cuando 10 de sus hombres lanzaron una granada en el puesto policial de Barbacoas ( Aragua), para rescatar a dos de los miembros de la banda que habían sido detenidos. Tres funcionarios resultaron heridos.
Carlos Luis Reverte, o “El Coqui”, está identificado como el líder de la banda que controla la Cota 905, cuyo negocio es la distribución de drogas y hurto de vehículos. La madrugada del 13 de julio más de 250 efectivos de los cuerpos de seguridad tomaron la zona en su búsqueda. Al menos 15 presuntos delincuentes murieron, pero “El Coqui” había huido.
“Estas bandas tienen una red de influencia de más 200 actores criminales. Lo que los hace particulares es la organización superior que les permite el acceso a armas de fuego de grado militar, como los fusiles automáticos de ataque AK-47 y R-15 y granadas fragmentarias”, reseña la alerta emitida por el Observatorio.

Controladas desde las cárceles
Edwin Ramón Soto, “El Mocho Edwin”, protagonizó una sangrienta reyerta en la Cárcel Nacional de Maracaibo conocida como Sabaneta en septiembre de 2013. Un total de 16 reos muertos fue el resultado de la lucha por el control del penal. “El Mocho Edwin” apenas tenía un mes de haberse convertido en “el pran” y dos años de haber sido trasladado a Zulia desde la prisión de Nueva Esparta.
“El Mocho Edwin” tiene a su disposición, según los reportes, un presupuesto milmillonario por los negocios de extorsión, secuestro, prostitución, venta de drogas, casinos clandestinos, y el cobro de vacuna dentro de la cárcel. Maneja las bandas pertenecientes al “Tren del Norte” que opera al sur del Lago de Maracaibo.
Héctor “El Niño” Guerrero es el principal de la cárcel de Tocorón y el que controla “El Tren de Aragua” con delitos como robo, hurto de vehículos y extorsión. Su nombre salió reseñado en la prensa nacional por estar involucrado con la actriz venezolana Jimena Araya “Rosita”.
El Observatorio de Delito Organizado expresa que para muchos de estos pranes “la vida en la cárcel les brinda una estructura criminal y protección difícilmente accesible en las calles. Es por ello que prefieren seguir dentro que fuera”.
Después de 25 planes de seguridad no exitosos y que no aportaron ninguna solución. ¿Que otra acción ha realizado el gobierno para controlar el hampa desatada? ¿Cuantos funcionarios policiales y militares han muerto en manos del hampa desbordada? ¿Cuantas personas han muerto en manos de la delincuencia o han sido robadas secuestradas o violadas en los últimos años? ¿Cuales acciones contundentes a efectuado anteriormente el gobierno para acabar con este flagelo? Al gobierno no le importa la violencia con la que actúan estas bandas o delincuentes en contra del ciudadano común o del pueblo o como le quieran llamar. La intervención el desmantelamiento y desmembramiento de las policías municipales y regionales dirigidas por alcaldes y gobernadores no afectos al régimen así lo demuestran. El estado actuó porque fue atacado un funcionario chavista de alto nivel. Y esa acción no fue tolerada por los que hoy gobiernan y era necesario enviar un mensaje. Es un código que existe entre las bandas armadas y que el gobierno sabe muy bien usar porque también se comporta como una de ellas. Los delincuentes pueden matar violar secuestrar robar agredir traficar, la única condicional es: Con mis ministros ni funcionarios te metas OK. Esta acción policial y militar no fue algo planeado con anticipación ya que estas bandas tienen años operando y actuando impunemente sin ninguna atención del gobierno. Y aun peor muchos de estos grupos delincuenciales y organizados que hoy actúan impunemente a y sus anchas son armados y protegidos por el mismo régimen que hoy nos gobierna. Una reforma del COPP pasaría sin pena ni gloria, lo pueden reformar mil veces pero el desenlace seria el mismo. El problema de fondo en cuanto a leyes es que las tenemos pero estas no se aplican y la corrupción del sistema judicial nos llevo terriblemente hacia el colapso de nuestra sociedad. Estamos a merced del hampa señores…Sálvese…quien pueda.