Son las 9:40 de la mañana y el camino para hacer la transferencia de la línea 1 a la 4 se hace confuso entre tanta gente. Hacia la estación Zona Rental hay un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana que se apresura a dar indicaciones. Al ser consultado, aclara que cualquiera de los dos trenes –dirección Adjuntas o Zoológico- pasa por Nuevo Circo. “Ellos se dividen es en Mamera, dale rápido que ahí está uno”, señala.

Esa es la única estación de la línea 4 donde se observarían efectivos de seguridad este martes 4 de agosto. Al bajar las escaleras ya el tren había arrancado. El andén queda desolado y la iluminación es escasa. Cinco minutos después llegaría el otro; una joven de cabello y ojos castaños claros, con apretados leggins rosados, también se monta en el vagón casi vacío.

¿Ayer robaron en Nuevo Circo?. Yo siempre paso por ahí, ¡Qué susto!. A mí a veces me da miedo, pero todos los días tengo que hacer el trayecto hasta Zoológico y no me queda de otra. En camionetica es peor. Gracias a Dios nunca me ha pasado nada y cuando me da miedo me pongo los audífonos y comienzo a cantar”, dice la joven.

La primera parada es Parque Central. El andén está oscuro y pocas personas esperan en el lado contrario del tren que acaba de irse. Tomando en consideración que el día anterior se produjo un robo masivo en la línea 4, la consulta a los trabajadores del Metro salta a la vista: ¿hay policías?, ¿dónde están?, ¿en esta línea siempre roban mucho?.

“Aquí no han venido policías, y sí, en esta línea siempre roban. Te recomendaría que no salgas nunca por la salida de allá –Av. Sur 19-, porque se ponen varios malandritos a robar a todo el mundo”, dijo uno de los  que se encontraban dentro de la casilla.

El recorrido continúa, la siguiente estación: Nuevo Circo, lugar donde se reportó el robo a usuarios la tarde del lunes. Tampoco había policías. “Sí, robaron. Pero nadie salió herido como andan diciendo algunos medios por ahí. ¿Dónde es que no roban en Caracas? Sales del metro y arriba te roban. En la línea 1, en la 2, en la 4, en la camionetica. En todos lados”, contesta una joven dentro de la casilla evidentemente alterada.

—¿Cómo sabes que robaron?, ¿quién eres tú? — pregunta un hombre que camina por el andén con la camisa roja del uniforme del Metro de Caracas.

—Bueno, porque leí las noticias. Soy una usuaria del metro.

—El robo se está investigando porque aquí tenemos cámaras, solo que dentro de los vagones no hay.

Cuatro cámaras estaban en el andén, dos en cada dirección, y, al entrar al vagón con destino Teatros, se corroboró que no había ni una.

En Teatros se observaba mayor movimiento de usuarios. Al tocar la ventana de la garita para preguntar si había policías, una de las empleadas se alarmó: “¿Te robaron?. Es que aquí siempre que tocan la casilla es porque robaron a un usuario…No he visto a ningún funcionario policial. Esta línea es muy peligrosa, ahora hay un boom de robos en el metro”.

El reloj señala que ya son las 10:30 de la mañana y el tren que va de vuelta a Zona Rental se detiene. En el vagón hay una mezcla de olor a sudor fuerte y desodorante agrio. No hay aire acondicionado. “Esto es un infierno”, decía un anciano, mientras una mujer se echaba aire con una hoja doblada. Un niño mira a su mamá y llevándose las manos al cuello dice: Mamá, me estoy asfixiando. Quince minutos después el chofer del tren da los buenos días y anuncia la llegada al terminal de transferencia Zona Rental.

Sin refuerzos de seguridad

A casi un mes del robo registrado el jueves 9 de julio en la estación Agua Salud de la línea 1 del Metro de Caracas, la escena se repite. Efecto Cocuyo realizó un recorrido por las 22 estaciones de la línea un día después del suceso y tampoco había refuerzo de los cuerpos de seguridad.

Los trabajadores en las casillas de información coincidieron en afirmar que los funcionarios policiales “deberían estar, pero nunca están”.

El único punto donde se constató la existencia de vigilancia este martes fue en Plaza Venezuela, donde permanecían solo dos funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana.

Vanessa Arenas / @VanessaVenezia

Foto: Odebrecht

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