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Relación con Venoco

Los vínculos de Kauffmann con el chavismo le reportaron negocios que lo convirtieron en multimillonario y lo llevaron a comprar Venoco, la empresa petrolera privada más importante de Venezuela. Pero también le causaron problemas. Fue identificado como “persona políticamente expuesta” (PEP) por las agencias internacionales que colaboran con los bancos para prevenir el lavado de activos.

Por eso, varias entidades se negaron a seguir teniéndolo como cliente. Solo de Suiza debió retirar USD 88 millones, junto a su socio Franklin

Durán, que giraron a una cuenta a nombre de la firma offshore Klim Fund BV en el Smith Barney, una división del Citigroup Global Markets.

Infobae y La Nación intentaron contactarse con Kauffmann a través de sus abogados en Estados Unidos, pero no respondieron las consultas de estos medios. En tanto, desde el Grupo Credit Suisse señalaron: «Como una institución financiera líder en el mundo, Credit Suisse opera en muchas jurisdicciones y es profundamente consciente de su responsabilidad ante sus clientes y ante el sistema financiero en su conjunto de garantizar de que se cumplen los estándares de conducta más estrictos”. Y agregaron:

“Al igual que todos los bancos, Credit Suisse tiene un estricto deber de confidencialidad y cuidado con sus clientes, y no podemos comentar afirmaciones que nos hacen sobre individuos, sean o no clientes. Por tanto, aunque no es posible dar una refutación pública detallada de estas acusaciones, podemos confirmar que han sido debidamente registradas y, cuando son apropiadas, examinadas”.

Durante los meses y años que siguieron a la apertura de su cuenta bancaria en Suiza, las turbulencias aumentaron para Kauffmann, tanto en Venezuela como en Estados Unidos. Entre otros motivos, porque a pedido del gobierno de Chávez buscó convencer a Guido Alejandro Antonini Wilson que admitiera como propia la valija con USD 800.000 decomisada en el Aeroparque porteño en agosto de 2007.

Kauffmann ignoraba, sin embargo, que tras retornar de Buenos Aires a Miami, Antonini había comenzado a colaborar con la Oficina Federal de Investigaciones de los Estados Unidos (FBI). Detenido en diciembre de ese mismo año, afrontó un juicio en la Corte Federal de Miami junto a Durán y al abogado venezolano Moisés Maiónica, entre otros.

Con el correr de las semanas, tanto Kauffmann como Maiónica acordaron con el fiscal federal Thomas Mulvihill y declararon como arrepentidos ante la Corte a cambio de una reducción en sus condenas. La excepción fue Durán, quien rechazó la propuesta y terminó condenado.

 
 
 
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A toda velocidad

Al declarar como arrepentido, Kauffmann aportó detalles de los esfuerzos del gobierno chavista por comprar el silencio de Antonini a cambio de USD 2 millones y terminar así con el escándalo del “maletinazo”. También relató sus propias tropelías. Entre otras, que protagonizó al menos 14 sobornos distintos a funcionarios y militares venezolanos de la Guardia Nacional, de la petrolera estatal PDVSA, a gobernadores de los estados de Vargas y Cojedes, y al equipo completo del Ministerio de Economía de su país.

Kauffmann relató, además, cómo les cobró retornos a los bancos Banesco, Bolívar y Canarias a cambio de invertir el dinero de su cartera de clientes en InverWorld con ellos. Pero la fuente principal de ingresos fueron sus negocios espurios con el poder hasta amasar fortunas junto a Durán, según admitió ante la Justicia en Miami.

Tras cumplir trece meses en una cárcel, Kauffmann recuperó su libertad y se radicó en el estado de Florida, temeroso de las represalias que podía afrontar si retornaba a Caracas junto a su familia. Pero debió afrontar más dificultades. Entre ellas, el cierre de sus cuentas en otras entidades bancarias, incluida la que tenía en el Credit Suisse.

Apenas un mes después de salir de prisión, según consta en la investigación Suisse Secrets, se registró el cierre de su cuenta bancaria en ese banco en Suiza, que en esos momentos acumulaba 6,5 millones de francos suizos. Es decir, poco menos de USD 5,6 millones.

Desde entonces, Kauffmann continúa en Estados Unidos y se dedicó a correr carreras de automóviles. En 2016 se coronó campeón mundial de la serie Ferrari 458 Challenge. En las fotos aparece con sus puños alzados y barbudo.

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