Por muchos años, las separaciones entre Washington DC. y La Habana parecieron insalvables. A pesar de que son 1.840 kilómetros los que separan a las capitales de Estados Unidos y Cuba, y apenas unas dos horas y 45 minutos por vía aérea lo que toma para trasladarse desde una ciudad a otra, las diferencias políticas parecieron irreconciliables por más de medio siglo, hasta ahora.
Ni la carrera para conquistar la luna pareció tan larga para EEUU como el empeño que ha puesto en “enamorar” a la Antilla Mayor y a uno de los hermanos Castro. El proceso, que arrancó el pasado 17 de diciembre de 2014 con alocuciones nacionales transmitidas a ciudadanos cubanos y americanos, fue el primer paso en conjunto que dieron ambos países para trazar el camino hasta la capital cubana, reacia a las visitas norteamericanas desde hacía más de 50 años.
Quince meses después, a partir de ese mensaje y de ese momento, se ha construido un camino para salvar las diferencias, las relaciones diplomáticas y los acuerdos comerciales tanto para Cuba como para EEUU.
Varios habían sido los encuentros: primero uno en Panamá y otro después en Nueva York. Sin embargo, un histórico domingo se pronostica con la llegada del presidente Barack Obama a Cuba este 20 de marzo, cuando sea recibido por su homólogo Raúl Castro.