
El hombre sospechoso de haber matado a cuchilladas a tres personas en la basílica Notre-Dame de Niza, es un tunecino de 21 años, llegado a Europa a través de la isla italiana de Lampedusa en septiembre pasado.
El joven, que estaba en Francia desde comienzos de octubre, fue identificado como Brahim Aoussaoui. Había llegado a fines de septiembre a Lampedusa y colocado en cuarentena, antes de ser sometido a la obligación de dejar el territorio italiano.
Arabia Saudita “condenó enérgicamente” el ataque con cuchillo que causó tres muertes el jueves en una iglesia católica de Niza, sobre el Mediterráneo.
“Condenamos con fuerza y denunciamos el ataque terrorista que causó muertos y heridos (…) en Niza, Francia”, declaró el ministerio de Asuntos Exteriores saudí en Twitter. “Reiteramos el rechazo categórico de Arabia Saudita a tales actos extremistas que son contrarios a todas las religiones, creencias y sentido común”, añade el texto.
Rechazan prácticas de odio
Además, pide que “se rechacen las prácticas que conducen al odio, la violencia y el extremismo”. El ataque de Niza ocurrió el mismo día en que un guardia del consulado francés en la ciudad saudita de Yeda fue herido con un cuchillo.
Ni la embajada ni las autoridades sauditas precisaron el motivo de la agresión, que se produjo en un contexto de cólera en Medio Oriente contra el presidente francés Emmanuel Macron.
Macron defendió recientemente las caricaturas del profeta Mahoma en un homenaje nacional tras el atentado cometido por un extremista islamista que decapitó el 16 de octubre a un profesor francés, Samuel Paty, quien mostró dichas caricaturas a una clase durante un curso sobre la libertad de expresión.
Arabia Saudita no comentó las palabras de Macron, pero rechazó todo intento de vincular el islam con el “terrorismo”.