Un grupo de “chalecos amarillos” manifestó este viernes 28 de diciembre frente al Fort de Brégançon, la residencia de verano del presidente de Francia, Emmanuel Macron y donde no se descarta si disfruta allí las vacaciones de Navidad.
Los manifestantes se quedaron en la cercanía dado que los accesos estaban bloqueados.
La policía había incrementado los controles un día después de que cerca de 40 personas intentaran entrar en esa residencia situada en la costa mediterránea.
Agentes de la policía municipal bloquearon el convoy de vehículos con el que se iban a dirigir hasta allí, y posteriormente frenaron a quienes intentaron seguir el camino a pie.
Su acción, simbólica, precede a la nueva manifestación nacional prevista para mañana, por séptimo sábado consecutivo.
La del pasado fin de semana constató una tendencia a la baja en su participación: En París, centro neurálgico de las protestas más tensas, se congregaron unos 2.000 manifestantes, frente a los 4.000 del sábado 15, y en toda Francia se contabilizaron 38.600, frente a los 66.000 de siete días antes.
Nuevas protestas
Este viernes transcendió en redes sociales sobre nuevas concentraciones de los chalecos amarillos para este fin de semana, la noche de año nuevo y el próximo mes de enero por la falta de respuestas “suficientes” del gobierno a sus reivindicaciones.
En declaraciones a medios locales, fuentes del movimiento popular que celebró su primera protesta el pasado 17 de noviembre aseveraron que “’los chalecos amarillos’ continúan estando movilizados” pese a las ofertas para mejorar el poder de compra realizadas por el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Con información de EFE