Con una hora de retraso, la reunión de cancilleres de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre Venezuela comenzó tras un breve encuentro informal privado de unos 15 minutos, este miércoles 31 de mayo.
Los cancilleres americanos llegan divididos a su primera reunión sobre la crisis de Venezuela, con tres proyectos de declaración sobre la mesa que por el momento parecen difíciles de conciliar para lograr aprobar un texto común, lo que requiere el apoyo de dos tercios de los 34 Estados acreditados, es decir, 23.
El canciller de Guatemala, Carlos Raúl Morales Moscoso, fue elegido por aclamación como presidente de la sesión, a propuesta de Costa Rica.
Con Venezuela, son 34 de los 35 países americanos los que están acreditados para la reunión, 18 de ellos representados por su responsable de Relaciones Exteriores.
La delegación de Venezuela en la OEA se acreditó para la reunión, cuya convocatoria provocó que el Gobierno de Nicolás Maduro solicitara salir de la organización el 28 de abril, aunque no será efectiva hasta 2019.
El subsecretario de Estado de EE.UU. para Asuntos Políticos en funciones, Thomas Shannon, reconoció antes de comenzar la reunión privada que los participantes tenían mucha labor por delante para llegar a un consenso.
“Estamos aquí para buscar este apoyo, y claro, tenemos trabajo enfrente de nosotros, pero estamos al principio de un proceso. Agradecemos mucho el interés”, dijo Shannon a los periodistas.
El canciller paraguayo, Eladio Ramón Loizaga, explicó a Efe antes de comenzar la cita que su país está más cercano a la declaración impulsada por México, EE.UU., Perú, Canadá y Panamá; más rotunda en sus términos que la que promueve el Caribe.
“En primer término, nosotros queremos que se respeten los derechos humanos, que exista una decisión en cuanto a la liberación de los presos políticos, que los actualmente detenidos sean juzgados por sus tribunales naturales, no por tribunal militar, y un programa electoral”, afirmó Loizaga a Efe.
En el encuentro solo falta Cuba, que se niega a participar en la OEA pese a que su suspensión de 1962 se levantó en 2009.
EFE