Mientras en América Latina se avanza en temas relacionados con el aborto, en Estados Unidos ya es legal. La interrupción del embarazo es un derecho constitucional desde 1973, pero este derecho puede estar en riesgo. O por lo menos así lo ven cientos de miles de personas que protestaron este sábado 2 de octubre en distintas ciudades del país; aunque el epicentro de la manifestación fue en la capital, Washington D.C.

La marcha se dio como respuesta a una polémica ley que entró en vigencia en el estado de Texas desde el 13 de septiembre de este año. La regulación impone limitaciones al aborto y establece que, en casi todos sus casos, las mujeres no podrían abortar en el estado si tienen más de seis semanas de gestación.


Esta medida podría ser replicada en otros estados conservadores, por esto es que las personas se movilizaron este sábado y prometieron una agenda de calle que busca llamar la atención sobre el tema y recordarles a los políticos conservadores que mucha gente está en contra de las regulaciones al aborto.


La protesta se desarrolló de forma pacífica en un día despejado del naciente otoño estadounidense. A la manifestación también acudieron hombres que se solidarizaron.


Los asistentes marcharon desde la Freedom Plaza hasta la sede de la Corte Suprema de Estados Unidos, la misma que en 1973 dictó que el aborto sería un derecho constitucional en el país.
