Tras una intensa noche de negociaciones para aprobar un acuerdo vinculante que permita hacer frente al calentamiento global, hoy la a cumbre del clima (COP21) de París acaba de aprobar el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático, en el que cerca de 200 países, tanto desarrollados como en desarrollo, se comprometen de manera histórica a transitar de manera conjunta hacia una economía baja en carbono
Esto se logra luego de 24 horas de intensa negociaciones. Hasta esta mañana el borrador de un nuevo documento, en el que prácticamente han desaparecido los corchetes (apenas quedan 48 frente a los 365 que tenía anoche), ya tenía “la forma” del acuerdo legal que preven adoptar 195 países más la Unión Europea, según expertos consultados por Efe.
El texto posee 27 páginas, de las que 12 corresponden al pacto en sí y 15 a una decisión que lo desarrolla.
Los principales representantes de las instituciones de la Unión Europea celebraron el nacimiento en la cumbre de París del primer acuerdo climático global, un hito “histórico” que “da esperanza” y “futuro”.
“¡Un acuerdo histórico! Después de tantos años de esfuerzos sin tregua esta es una gran victoria para Europa”, afirmó el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, en un mensaje en la red social Twitter.
“Hace un mes, París fue testigo del terror y el odio. Hoy la comunidad internacional ha acordado en la COP21 un acuerdo climático que da esperanza y futuro”, manifestó, por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, en la misma red.
Hasta el presidente de EE.UU., Barack Obama, calificó de algo “enorme” el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático aprobado.
“Esto es enorme: casi todos los países del mundo acaban de suscribir el acuerdo de París sobre el cambio climático – gracias al liderazgo estadounidense”, sostuvo Obama en su primera reacción al respecto, publicada en su cuenta de Twitter.
La Red de Acción sobre el Clima (CAN, por sus siglas en inglés), alianza que engloba a varias de las principales ONG medioambientales del mundo, reconoció el rápido avance en las negociaciones para alcanzar un acuerdo, pero pidió más esfuerzo en cuestiones como la financiación.
El acuerdo en sí se propone como objetivo mantener la temperatura del planeta por debajo de dos grados respecto a niveles preindustriales y perseguir que no aumente más de 1,5 para evitar los peores impactos del cambio climático.
Desaparece, sin embargo, la referencia a fijarse un objetivo de reducción de emisiones para 2050, como pretendía la Unión Europea, y también la alusión a lograr la descarbonización de las economías en 2100.
En cuanto a sus objetivos a largo plazo, los países se comprometen a “poner pico a sus emisiones tan pronto como sea posible” y a alcanzar la neutralidad en emisiones de gases de efecto invernadero en la segunda mitad de siglo, o dicho con otras palabras, a no lanzar más gases contaminantes de los que el planeta pueda absorber.
Propone asimismo que los países deban presentar contribuciones nacionales de reducción de emisiones cada cinco años y que estas no sean menos ambiciosas que las presentadas en 2015.
Aquí el documento completo
Es ironico como ahora intentan colocar a EEUU como uno de los impulsores de la materia ambiental cuando son los principales emisores de contaminantes y a su vez tambien fuero la traba principal que causó el fracaso del protocolo de Kioto