Credit: Efe

Ante el escenario complicado que atraviesa Chile, a juicio de la internacionalista Elsa Cardozo, el presidente Sebastián Piñera debe hacer un diagnóstico sincero de las causa que originaron el descontento social, para encontrar salida al conflicto.

«Piñera debe sincerar el diagnóstico de las causas, investigar y establecer responsabilidades por los daños. Además, mejorar los canales y las respuestas institucionales a las legítimas demandas de la población más afectada por la situación y por los ajustes pendientes», señaló Cardozo.

Desde el pasado 17 de octubre, una parte de la población chilena ha rechazado desde las calles el alza del costo del transporte público, medida que luego sería suspendida. 

No obstante, la protesta tuvo una rápida escalada violenta, causando destrozos hasta el punto de decretarse un estado de emergencia y toque de queda en algunas regiones, que se ha ido prorrogando. Los seis días de protestas, hasta este 23 de octubre, han dejado un saldo de 18 muertos -cinco vinculados a cuerpos de seguridad- y más de 2 mil detenidos, según informaron las autoridades.

Aunque la manifestación inició en rechazo al costo de la «locomoción», los chilenos han exigido mejoras sociales y menos privatización de los servicios públicos, como parte de un diagnóstico más amplio del problema.

Respuesta a ello, Piñera anunció una serie de medidas, en las cuales destacó un incremento de 20% a las pensiones y el incremento del ingreso mínimo garantizado a 350 mil pesos (480 dólares) al mes, como parte de una Agenda Social que su gobierno implementará.

Sin embargo, la también doctora en ciencias políticas aseguró que a la administración de Piñera le faltó «destreza estratégica para presentar la medida de aumento con argumentos sustantivos y persuasivos».

Además, afirmó que el uso de las medidas de emergencia y las fuerzas militares ha sido un discurso desafortunado para Piñera, que no ha logrado detener las movilizaciones, aunque si ha disminuido la violencia y actos vandálicos de los primeros días, que afectaron a más de 80 estaciones del Metro de Santiago y terminaron con decenas de saqueos.

«Emergencia con fuerza militar en la calle no conviene ni es sostenible de mantener en democracia. Para desescalar la situación se va a requerir un esfuerzo igual o mayor al del presidente de Ecuador».

En ese sentido indicó que Piñera va a necesitar «apoyo en la institucionalidad legislativa y judicial, conversaciones y acuerdos con los sectores afectados por medidas de ajuste, procesamiento judicial de los responsables de actos vandálicos e investigación sobre sus conexiones internacionales».

Cardozo también insistió en que Chile, luego de superar esta adversidad que es la mayor escalda de conflicto durante estos 30 años desde el retorno de la democracia, tendrá el reto de renovar la gobernabilidad democrática. 

«Para eso deberá fortalecer los medios institucionales que mejoren la relación del gobierno con la sociedad, para recibir y procesar demandas sociales, para responderlas oportunamente», indicó.

La internacionalista, sin embargo, destacó que la democracia chilena es un ejemplo en cuanto a la reducción de pobreza -no de la desigualdad-, crecimiento económico y estabilidad institucional.

«Sobre ese piso y sus grietas, el aumento del pasaje del Metro, un medio fundamental de transporte para la población de Santiago, acompañado por comentarios gubernamentales contraproducentes, fue disparador de protestas que escalaron muy rápidamente en violencia y destrucción».