Hace un poco más de una semana el ex viceministro de Planificación, el filósofo, Ronald Denis Boulton ofreció una entrevista a Aporrea en la que no solo ratificó las críticas que viene haciendo al gobierno del presidente Nicolás Maduro, sino que además advirtió una vez más, que la Revolución Bolivariana está moribunda.
En esa entrevista, que puede conseguirse fácilmente en Aporrea, Denis asegura que Venezuela se encuentra en una situación que desencadenará en una hambruna y pronostica una inflación anual para el 2016 que no descenderá del 500%.
Viendo y analizando las declaraciones de este militante de izquierda, uno no puede más que concluir que la situación es ciertamente alarmante y que coincide plenamente con lo que está ocurriendo en las calles de nuestro país.
Dice Roland Denis -entre otras cosas reveladoras- que el gobierno de Maduro va en dirección desconocida, algo así como que va a ninguna parte.
“Con Hugo Chávez hubo un plan de gobierno, hubo un plan de agricultura que Elías Jaua lo acabó explícitamente, entiendes, o sea, aquí el Plan Socialista que se hizo en el año 2006, que todavía era… muy recuperable, que tiene que ver con una agricultura soberana, alternativa, no transgénica, sana, pero al mismo tiempo socializante de la tierra y en desarrollo de nuevas tecnologías, todo eso se fue al carajo pues y Elías Jaua es uno de los personajes claves para entender por qué hoy no estamos comiendo, por ejemplo, y las cosas son así y hay que decirlas así”.
El reconocido intelectual de izquierda, Luis BritTo García escribió un artículo denominado Titanic, también puede leerse en Aporrea.org, en el cual reflexiona y hace un símil con el legendario trasatlántico inglés hundido en su primer viaje desde Londres a Nueva York, a principios del siglo 20.
BritTo García sin duda hace una comparación entre el trágico destino del Titanic, y la Revolución Bolivariana cuyo capitán, el presidente Maduro, omite hacer caso a las múltiples advertencias hechas desde diversos sectores, y dirige el barco a un destino que no es otro que el hundimiento y el fracaso.
Nadie puede a acusar ni a BritTo García ni a Roland Denis de personeros de la “derecha maltrecha, escuálidos, pitiyanquis o vende patrias”, epítetos favoritos del chavismo. Por el contrario, se tratan de dos personas que no solo han militado en las filas de la Revolución, sino que tienen toda una trayectoria en la izquierda venezolana y merecen todo el respeto posible por su actuación siempre honesta.
Entonces uno se pregunta si lo dicen desde la “derecha” y si lo dicen diariamente desde la izquierda, que cuentan además casi en exclusiva con un espacio en Aporrea, porque los medios del Estado no permiten ni crÍtica, ni autocrÍtica ni cuestionamientos de ninguna índole, ¿a dónde va el país? Y mejor aún, muchos nos preguntamos ¿qué es lo que quiere el presidente Maduro con esta situación, a dónde más quiere llevarla?
Esta más que visto que Venezuela y su pueblo atraviesan una crisis que no tiene precedentes y que no responde únicamente a la caída de los precios del petróleo. Es claro que la gente no cree ya en el cuento de la Guerra Económica, y está más que demostrado, de acuerdo a las encuestas, que tampoco se cree en la historia del gobierno de que son Lorenzo Mendoza, ni las empresas Polar las responsables de la crisis.
Hasta dónde más quiere llegar el presiente Maduro. Si se lo dicen las encuestas, se lo dijo el pueblo el 6D, se lo dicen los opositores y se lo dicen militantes del chavismo, se lo dicen ex ministros de Chávez, se lo dice Marea Socialista y personas tan reconocidas como Britto García, se lo dice la calle diariamente. ¿A quién necesita usted escuchar presidente? ¿Qué espera para detener el autobús que nos lleva al barranco sin freno?.
El pasado miércoles el Presidente por fin anunció medidas económicas más aterrizadas que las anteriores, (que no llegaron a ser en realidad anuncios económicos); sin embargo la confirmación de que los recursos que genere el incremento de la gasolina irán directamente a financiar las Misiones Sociales, es decir continuará abierto el chorro del gasto social, seguirá incentivando el consumo, y empujando la inflación hacia el infinito y más allá.
No se trata de estar de acuerdo o no con el financiamiento de programas como Barrio Adentro, Misión Robinson y Sucre, se trata de pedir racionalidad al gobierno nacional, en un momento en que cada puya que ingrese cuenta.
Comparto plenamente las consideraciones de la reconocida y respetada periodista Vanessa Davies, a quién no tardan en atacar por que se ha negado a plegarse al discurso único de los comunicadores “revolucionarios” y con valentía no ha caído en el chantaje de guardar silencio o aplaudir los errores del gobierno a cambio de conservar un alto cargo en el gobierno.
Davies ha dicho recientemente: “Nadie de la dirigencia política se pone en los zapatos de la gente. Parece que no hay empatía, que no vivieran en este país (…) Con la propaganda se quiere tapar la falta de información. No se informa y no se decide, los problemas están allí y no se pueden tapar”, dijo en el programa Análisis Situacional dirigido por Oscar Shémel.
Yo agrego que a pesar de los esfuerzos por mostrar al presidente Nicolás Maduro, como el presidente obrero, el presidente de las clases trabajadoras, el presidente de abajo, este importante sector de la población que es la mayoría pasa penurias para comer o para curarse una enfermedad. En criollo la vida del venezolano de abajo está hecha cuadritos sin mencionar a la clase media y profesional.
¿Cuánto sufrimiento en las calles por la falta de alimentos y medicinas es suficiente para usted, Presidente?. ¿Es esto lo que significa cumplir con el legado de Chávez, realmente esto era lo que planificaba el presidente Chávez para el país y para su pueblo? No lo creo, y sepa que incluso varios de los militantes de oposición con los que tengo amistad me han confesado que tampoco lo creen.
Crédito imagen: Josh Neuman
Siempre es rescatable la autocrítica. Sin embargo, dirigir las baterías argumentativas en contra de Nicolás Maduro responsabilizándolo de todo lo malo, del fracaso, etc… sin identificar el origen de los males le resta -desde mi perspectiva- valor a la autocrítica.
Maduro (y lo que sufrimos, padecemos, etc día a día los que aún estamos en Venezuela) es la consecuencia directa de las acciones y omisiones de otros. En este punto no sé como calificar los intentos por querer exculpar de la responsabilidad de sus acciones a quien condujo al país a este desastre.
Saludos,