Un año pasó desde la creación del movimiento #YoTeCreoVzla, formado en 2021 por un grupo de mujeres artistas, líderes y activistas con el fin de visibilizar casos de víctimas de abuso o violencia sexual. En 2022, expertas afirman que se han registrado algunos avances a escala social para que las venezolanas continúen animándose a contar sus historias y acudir a instancias legales. Sin embargo, señalan que queda camino por recorrer.
«Hemos atendido 585 casos desde que comenzamos. A nivel social comenzó un despertar: se rompió el silencio. Sin embargo, todavía nos falta muchísimo en cuanto al acceso a la justicia o entender algunos conceptos básicos sobre la violencia de género», dijo Ariana González, vocera de Yo Te Creo Venezuela.
En abril de 2021 una oleada de denuncias de estupro, acoso y abuso sexual contra artistas y escritores causaron revuelo en Venezuela. El movimiento Yo Te Creo (también llamado #MeToo venezolano) recibió centenares de testimonios solo en la primera semana luego de haberse vuelto público.
«Una de las cosas más interesantes que pudimos detectar es que, de todos los casos, 470 solo querían ser escuchadas. Eso es una clara evidencia que la sociedad no escucha a las víctimas. Ni siquiera hay confianza en los órganos competentes porque no hay Estado de Derecho en Venezuela. Entonces cuando tú te encuentras frente a la total ausencia de un Estado que se supone que te tiene que defender, lo único que te queda es compartirle a alguien tu experiencia y esperar que esas personas te crean», contó González.
Actualmente, dentro del movimiento ofrecen acompañamiento psicológico y legal. Todas las denuncias recibidas hasta ahora son de mujeres entre 18 y 35 años.
Algunos logros
El movimiento Yo Te Creo promovió la creación de nuevos grupos de apoyo y abrió la discusión en Venezuela sobre un problema estructural, sobre todo en instituciones universitarias y empresas privadas, que se vieron en la obligación de establecer protocolos para atender los casos y prevenir otros nuevos, expresó Beatriz Borges, directora ejecutiva del Centro de Justicia y Paz (Cepaz).
«Las instituciones también tienen responsabilidad en dar respuesta a las víctimas. A pesar de ello, seguimos sin contar con medidas efectivas del Estado para atender estas problemáticas», comentó a Efecto Cocuyo.
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Sobre este tema, Gabriela Mesones, periodista venezolana especializada en género, derechos sexuales y reproductivos y comunidades género-diversas, explicó el 21 de abril en el portal Soy Arepita que a raíz del movimiento se han instalado nuevos protocolos en el Sistema de Orquestas. La Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) señaló que reforzó el suyo, creado el 15 de septiembre de 2020.
? El informe de @periodistas_ve "Acoso sexual contra periodistas en Venezuela", refiere que 45% de las encuestadas afirmó haber sufrido acoso sexual en el desempeño de su labor como periodista.
— Observatorio Venezolano de Fake News (@ObservatorioFN) March 7, 2022
✍️ @rodriguezasecas con más detalles ⬇https://t.co/9yO05bBGk7
Algunos medios de comunicación y plataformas han comenzado también a visibilizar la violencia sexual. A finales de 2021, la Red de Periodistas Venezolanas publicó un informe sobre el acoso sexual dentro del gremio, donde el 45% de las encuestadas afirmó haber sido acosadas durante el desempeño de su labor.
En el presente, distintas organizaciones y fundaciones han fortalecido sus programas de atención a las víctimas, ofrecidos de forma completamente gratuita.
Paso por paso
Magdymar León, psicóloga y coordinadora de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), reiteró que el cambio experimentado a raíz del #YoTeCreo no es institucional, sino social.
«Las personas, a raíz del Me Too venezolano, comenzaron a darse cuenta de que efectivamente esto existe. Impulsó a muchas mujeres a reconocer diversas formas de abuso sexual y a exponerlo públicamente. El cambio fundamental del Yo te creo en Venezuela fue que promovió una toma de conciencia con respecto al reconocimiento del problema, a reconocer que ‘yo también fui víctima'», expresó la doctora León.
Sin embargo, agregó que el reconocimiento, a pesar de que es un paso importante, no necesariamente conduce a los siguientes: buscar ayuda y colocar una denuncia.
«Es porque aquí siguen existiendo muchas debilidades en el sistema de justicia venezolano. Desde las mujeres que han sufrido violencia sexual, no hay confianza. Sería interesante saber, desde las cifras oficiales, si efectivamente hay un aumento de las denuncias. Pero esos datos no los ofrecen las instituciones», explicó.
En el interior poco ha cambiado
Venus Faddoul, directora de la organización 100 % Estrógeno, afirmó a Efecto Cocuyo que en el interior de Venezuela no ha mejorado la situación para las víctimas de abuso o acoso sexual. Señaló que, mientras mayor es la distancia de la capital, menos atención se le da a la violencia de género.
«En Mérida no ha cambiado nada. Tenemos una ley que ya tiene tres reformas y no tenemos aún una aplicación. La ley queda a disposición del funcionario de turno. ¿Realmente hay voluntad política para atender este problema que es estructural? Hay que preguntárselo», dijo Faddoul. Comentó que la revictimización en las instituciones judiciales sigue siendo común.
También reiteró que los valores de la sociedad venezolana están basados en una estructura de desigualdad y que esto debe ser atendido como un problema. Faddoul fue la abogada defensora en el caso de la activista Vanessa Rosales, detenida en Mérida durante el 2020 por asistir a una adolescente de 13 años en una labor de aborto, luego de que la menor de edad fuese violada y embarazada por su agresor.
Rosales fue liberada el 21 de julio, tras más de nueve meses detenida y cuatro intentos de audiencia preliminar.
«Venezuela es un país muy conservador y cerrado. En la realidad, en la práctica, no hay ningún cambio en el sistema penal», comentó Faddoul sobre el tema.
Siguen muriendo mujeres
Aunque no todos los feminicidios conllevan violencia sexual, insistió Magdymar León, muchos de ellos están relacionados. En Venezuela, los asesinatos de mujeres siguen sucediendo con regularidad.
En los primeros siete días del mes de abril de 2022, el Observatorio Digital de Femicidios de Cepaz documentó siete femicidios consumados y tres frustrados en Venezuela.
Según datos suministrados por la organización, Cada 17 horas ocurrió una acción femicida durante este periodo en el país. En comparación, en abril de 2021 el observatorio registró 15 femicidios consumados y 6 frustrados en Venezuela. En promedio, hubo una acción femicida cada 34 horas. Mientras que en abril de 2020 se documentaron 12 femicidios consumados en Venezuela.
«Para el 2022 hemos documentado 62 femicidios consumados en los primeros tres meses del año, y 24 femicidios frustrados», aseguró Beatriz Borges.
¿Qué se necesita para avanzar?
Ariana González insistió en que es necesario que la sociedad y el Estado tengan la voluntad para iniciar un verdadero cambio respecto a la violencia sexual en Venezuela. El segundo debe asumir la responsabilidad que le corresponde, agregó.
«El régimen de Maduro no ofrece cifras oficiales en cuanto a género desde 2015, está completamente a ciegas. Así de poco le importa la vida de las mujeres. Si hoy en Venezuela tenemos algunos números para tener una aproximación a la realidad es gracias a algunas ONG», explicó.
Expresó que continúan siendo fundamentales las campañas de prevención de violencia de género en todo el territorio nacional.
«Nuestro país ha cosificado a la mujer durante años y eso ha permitido que nosotros lleguemos al punto en el que estamos», puntualizó.
Para Magdymar León, hacen falta espacios para hablar de la sexualidad en Venezuela y un cambio cultural, apoyado por las instituciones.
«Tiene que haber un cambio de paradigma, de cómo estamos reproduciendo nuestra educación sexual. ¿Dónde están los espacios para hablar y dialogar responsablemente sobre el tema? No existen ahora mismo», manifestó.