El homicidio de un turista en el Aeropuerto de Maiquetía Simón Bolívar obligó a las autoridades de la institución a reforzar medidas de seguridad después del 19 de marzo cuando ocurrió el hecho. La más polémica fue la prohibición del paso de los motorizados por la vía principal del terminal. A una semana de su implementación, ésta ya había sido violada.
Al menos cinco motos fueron vistas en las tres calles que se extienden frente al aeropuerto, durante un recorrido que realizó Efecto Cocuyo el 29 de marzo, 10 días después del crimen. Un mototaxista con chaleco anaranjado dejó su vehículo estacionado frente al Aeropuerto Nacional y estuvo allí media hora hasta que un pasajero se subió a la moto.
Un funcionario de la Policía de Vargas informó al equipo reporteril que ese cuerpo policial sería el encargado de evitar el tránsito de los motorizados dentro del aeropuerto. Para ello fueron destinados 48 efectivos en tres puntos: en la entrada del Hotel Eurobuilding, la de la Aduana Aérea y la de Guaracarumbo.
“Es difícil que puedan evitar el tránsito de las motos porque hay personas que evaden las colas en la Avenida La Armada por las vías del aeropuerto, y segundo, porque hay pasajeros que usan ese medio como transporte”, dijo David Gómez*, quien trabaja desde 2011 en la institución.
Para él, el problema está en las medidas de seguridad que se evaporan en el tiempo. Esas que se aplican para bajar la atención mediática. Para un maletero, un pasajero y un taxista la raíz de la incidencia delictiva en Maiquetía es la inconsistencia de la vigilancia, fortalecida eventualmente solo por hechos puntuales.
Franklin Flores*, taxista de una empresa autorizada por el Instituto del Aeropuerto Internacional de Maiquetía (IAIM), recordó que para junio de 2014 cuando fue asesinado un alemán en el Hotel Eurobuilding de Chuao en Caracas, la institución sacó a todos los vendedores informales de las adyacencias del terminal.
“Como a él lo siguieron desde el aeropuerto, aquí quitaron a la gente que vendía comida. Ellos tenían puestos fijos y luego de tres meses continuaron la venta pero escondidos en el estacionamiento”, aseguró el taxista.
Luego del último episodio violento, la misma medida fue tomada. “Gracias a Dios los guardias me están dejando trabajar” nuevamente, le comentó una vendedora de cigarros detallados a una mujer de mantenimiento en el baño del piso 3 del Aeropuerto Internacional el martes 29 de marzo. Otra trabajadora informal que despachaba café en el área de desembarque, pedía a sus clientes que escondieran los vasos de la vista de los guardias.
“Ya están más suaves con nosotros los buhoneros, pero tenemos que estar pendientes”, manifestó la mujer, quien tiene más de 10 años en ese negocio. Como ella, hay al menos cuatro vendedoras de café más, entre el terminal nacional y el internacional.
En el primer piso o sótano, donde se encuentran las oficinas de las aerolíneas, también estaba una mujer con dos bolsas de mercado que según David, se trataba de almuerzos para vender.

Reincidentes
“¿Estamos viendo guardias porque mataron a alguien? La seguridad no debe ser esporádica y por hechos puntuales, debe permanecer firme a lo largo del tiempo”, exclamó Omar Salcedo, padre de un joven que regresaba del extranjero este martes y a quién esperaba en la terminal.
Él, su esposa y su hija esperaban en el área de desembarque del piso 3, sentados en un local de comida rápida. Un pequeño de no más de 10 años se acerca a la mesa con un “¿Me pueden dar una colaboración para comer?” entre los labios. Fue despachado con una sonrisa amable y un meneo de cabeza de lado y lado. Después de 15 minutos, el niño le entregó la mitad de un croisant a una mujer delgada a quien llamó “mamá”. Consiguió un “sí, toma” con alguien más.
Según David Gómez, trabajador del aeropuerto, los pedigüeños y “rateros” son expulsados constantemente por los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Los últimos se llevan algunos morados. “Yo he visto cómo los agarran cuando los pillan robando un celular o un bolso. Los meten en un cuarto que está detrás del Comando Antidrogas, en el piso 2, y ahí los interrogan y los golpean. Por allí queda un baño público y más de una vez escuché los gritos. El problema es que a la semana regresan”, comentó.
A los usuarios del Aeropuerto de Maiquetía los protege la GNB, la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que creó un Servicio Aeroportuario y la Seguridad de la Aviación. También se encuentran efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y de la Interpol – Venezuela, pero estos se dedican a hacer labores de inteligencia relacionados con narcotráfico, venta ilegal de divisas, entre otros delitos relacionados con la delincuencia organizada.
Un reportaje de Efecto Cocuyo reseñó cuatro tipos de modus operandi que pululan ante los ojos de los garantes de la seguridad: el secuestro y robo con pase de información de trabajadores de aduanas y maleteros, el hurto de maletas en la plataforma, el arrebato de las pertenencias a descuidados y el desvalijamiento.
David, el trabajador de una aerolínea, agregó una quinta forma: las estafas. “Una vez un europeo tenía sobrepeso y debía cancelar 600 bolívares. Una mujer que estaba en la cola escuchó que él solo tenía euros y le dijo que le daba los bolívares que necesitaba por 50 euros, que era el billete de más bajo valor que tenía el turista. Así fue”, recordó el joven.
Este delito también es cometido por personas que simulan ser agentes de las aerolíneas y engañan a los viajeros con la hora del cierre del checking, así les cobran en moneda local o extranjera para “asegurarles” su embarque.
Para este trabajo se intentó consultar con el departamento de prensa de la IAIM y conocer con cuántos uniformados cuenta el aeropuerto para frenar los índices delictivos. Los trabajadores de esa oficina trabajan hasta la 1:00 pm por el ahorro energético y se hizo una solicitud por correo para obtener estos datos.
Un centro comercial vulnerable
En 2013 por ese terminal pasaron 12 millones de viajeros, según reseñó El Universal. Esa es la última data anual disponible sobre tráfico aeroportuario en el país -las demás se refieren a temporadas altas-. La cifra no contabiliza a los cientos de guaireños que utilizan el aeropuerto como si se tratara de un Sambil.
“Todos sabemos que allí los cajeros siempre tienen dinero, que los bancos tienen menos cola y que hay cadenas de comida que no están en La Guaira. Es una solución para nosotros”, dijo un residente de la región.
El joven indicó que en temporada, fines de semana o vacaciones, suele buscar dinero en los cajeros del aeropuerto, pues los turistas (caraqueños) consumen el efectivo de los dispensadores bancarios en la ciudad. Dijo que su hermano acostumbra ir al terminal cuando necesita una suma elevada de billetes. “Ahí no vas a perder tiempo paseando por varios sitios. Además de que es un poco más seguro que en la calle”, manifestó.

Más seguro para los guaireños, pero los turistas (venezolanos o extranjeros) no tienen esa percepción. “Me recomendaron que me quedara dentro del aeropuerto, que no saliera”, manifestó una mujer peruna que intentaba ubicar dónde estaba el checkin para regresarse a su país, después de unas vacaciones en Margarita.
Ella lo dijo porque supo que el 19 de marzo de este año, un ciudadano egipcio fue asesinado mientras caminaba hacia el Aeropuerto Nacional. Se presume que funcionarios de la aduana le informaron a unos hampones que él tenía una suma de dólares en efectivo.
“Aquí no hay un control de acceso, todos pueden pasar hasta el área de embarque. Es la primera vez que matan a alguien dentro del aeropuerto, pero no es la primera que intentan robar a alguien”, puntualizó David Gómez. Para él, el abundante tráfico de personas y el poco control de acceso al Aeropuerto de Maiquetía promueven la proliferación de la buhonería, hurtos, atracos y estafas, que convierten su sitio de trabajo en otra zona roja de Venezuela.
De usuario a usuario
Efecto Cocuyo entrevistó a siete usuarios del Aeropuerto de Maiquetía para conocer su perspectiva de la seguridad en la terminal. Todos coincidieron en que no se sentían seguros en el espacio. Estas fueron las medidas preventivas que toman y aconsejan a otros viajeros (nacionales o extranjeros):
- Una vez que entre, no salga.
- Evitar hablar con desconocidos.
- Colocar las pertemaletas cerca del cuerpo y no soltar el bolso de mano.
- Para los que vienen: no traer divisas en efectivo.
- Para los que vienen: realizar el cambio de monedas solo en las casas de cambio.
- Las dudas solo sobre embarque solo se consultan con el personal de las aerolíneas en los módulos de checking.
*Nota del redactor: el nombre fue escogido como un pseudónimo. La fuente pidió anonimato por temor a represalias
Foto: Vanessa Moreno Losada: martes 29 de marzo en las instalaciones del aeropuerto
Excelente articulo. No tiene desperdicio alguno. Ya estamos acostumbrados a los excelentes trabajos de esta prometedora periodista como lo es, Vanessa Carolina Moreno Losada. Felicitaciones para ella.
Asi es…el grupo de periodistas de este diario es de una excelencia refrescante por su elevada prosa y por el reportaje que parece un bisturi social. Felicitaciones !