En el Oncológico Dr. Luis Razetti, en Caracas, el agua potable es un bien tan preciado como cualquier insumo médico-quirúrgico o medicamento. Los pacientes aseguran que llega un rato en la madrugada y un rato en la noche, y que si no llenan tobos “pasan todo el día secos”. “A veces pueden pasar 3 días continuos con agua, pero nunca se sabe. Usualmente hay unas 3 horas al día. Hay que aprovechar y recoger cuando hay”, comenta Alberto Borges, quien fue operado en el hospital.
Mientras pasaba por su proceso postoperatorio, guardaban agua en contenedores en el baño. “Los pacientes se tienen que bañar en la mañanita o en la noche, cuando llega agua de la calle.”
Una mujer, que no quiso revelar su nombre por seguridad, contó que le tocó bañar a su hermana “con pipotes”. “Agua casi nunca hay, pero eso no es extraño. Está sucediendo en todas partes. Al menos aquí se va y sabes que a las horas vuelve a llegar.”
El problema del agua no es nada nuevo en el oncológico. En una búsqueda en las redes sociales, se ven testimonios de pacientes y familiares denunciado este problema desde hace más de 4 años y aún no hay solución:
@rolandcarreno O en resolver el problema de falta de agua en el Oncologico Luis Razetti
— Rafael Guarepe F. (@rguarepe) July 31, 2011
SOY UNA PACIENTE ONCOLOGICA Y SE LAS CONDICIONES QUE ESTA EL LUIS RAZETTI, Y EL PROBLEMA QUE TIENE CON EL AGUA Y EL DETERIORO DE LOS BAÑOS.
— margot villegas (@argotvi) October 1, 2012
En el Oncológico Luis Razetti NO HAY Agua directa, solo durante 3 horas diarias #NOHaySaludVE @medicosxlasalud
— GLOMAR (@Glomaryeth) March 17, 2014
El racionamiento del agua obstaculiza la higiene del nosocomio. La queja más reiterada de los pacientes es el estado de los baños. “Las instalaciones son precarias, hay muchas cosas que hay que arreglar. Esos baños tienen que estar impecables y con agua. ¿Cómo podemos ir a un baño todo sucio? Así agarramos una infección”, dijo Claudina Baute, quien tiene ya 4 años en el servicio.
Claudina ha estado hospitalizada en dos ocasiones, y asegura que, aunque está agradecida con los médicos por salvar su vida, el deterioro del hospital se acentúa cada vez más.
El agua es un problema grave, pero no es el único que se enfrenta en este centro médico referencia en el país. La escasez de insumos básicos se hace crítico. El doctor Gabriel Romero comentó que carecen de elementales “guantes, gasas, alcohol… tenemos problemas con los taxanos, que son las drogas que se utilizan para combatir el cáncer.”
Romero recordó que en el hospital son atendidos un promedio de 4.800 pacientes mensuales y actualmente no cuentan ni con aire acondicionado totalmente funcional. “Pero seguimos atendiendo a los pacientes, así sea a 40°”.
Para atender a los pacientes que necesitan radioterapia, el Razetti contaba con dos equipos: uno está inoperativo desde hace dos años. El equipo para hacer tomografías está dañado desde hace más de un año, como reportó Efecto Cocuyo el 17 de septiembre.
Si un paciente llega de emergencia, es trasladado a la zona de hospitalización y luego al servicio que necesite. Según contó una empleada, que prefirió resguardar su identidad, “cerraron la puerta de emergencia para remodelarla hace como un año y aún nada”.
La Fundación de Edificación y Equipamiento Hospitalario (Fundeeh) reportó en una nota de prensa del pasado 24 de septiembre que ya estaba totalmente funcional, este martes, 6 de octubre, el equipo de Efecto Cocuyo se encontró únicamente con una puerta cerrada.
“Trabajar acá es una experiencia muy dura. Ves gente que viene de todas partes, que no tiene más que para pagar el pasaje, y se tienen que regresar porque no los pueden atender”, dijo la empleada.
En medio de las carencias, los pacientes y familiares coinciden en destacar la dedicación de los trabajadores del hospital. “Los médicos, las enfermeras, todos son muy atentos”, aseguró Alberto Borges.
“La atención de los médicos es muy buena”, afirmó Amalfy Hernández, cuya madre es paciente del oncológico hace dos años. No dudan en afirmar que los galenos “hacen magia para salvar vidas“.
La falta de insumos médicos a nivel nacional esta deteriorando los servicios de salud con una rapidez descomunal; en San Cristóbal, a nivel clínico, es difícil encontrar los materiales básicos para las operaciones más sencillas; mientras que en los servicios públicos están desaparecidos por completo, han de comprarlos en el exterior o directamente de los proveedores (Si es que tienen).