“Si un niño venezolano necesita medicamento que allí no haya, por favor avíseme. Lo compro aquí en Colombia y se lo regalo”, escribió la bogotana Tania Rodríguez el 10 de enero en un tuit dirigido a Omar Bola Escobar, un periodista de ese país. Rápidamente en la red se empezó a replicar el mensaje y para la tarde de este miércoles 13 de enero eran 1.761 los retuis y más de 200 las respuestas. La mayoría de estas interacciones son de usuarios venezolanos que piden algún fármaco escaso o que agradecen su labor.
Si un niño venezolano necesita medicamento que allí no hay, por favor avíseme por aquí. Lo compro aquí en Colombia y se lo regalo @omarbula
— (((Tania R))) PhD. (@TaniaGRM) January 11, 2016
Efecto Cocuyo se comunicó con Tania, que confesó sentirse abrumada por la cantidad de mensajes que le llegaron a raíz de ese tuit. “Se malinterpretó. Yo quería apadrinar a un niño, pero luego me han pedido una cantidad importante de medicamentos y dije: `bueno a ver cómo hacemos`”, señaló.
Ella es abogada, tiene un doctorado internacional en Paz, Conflictos y Democracia, es profesora de la reconocida Universidad Santo Tomás de Bogotá e insiste, “yo no tengo una profesión ligada al área de la salud, pero los niños son mi debilidad”. La colombiana relató que la historia empezó cuando vio la noticia de que un niño de tres años con cáncer de pulmón que falleció en el Hospital Militar de Caracas mientras esperaba Cardioxane, un protector del corazón ante los efectos de la quimioterapia.
“Yo he visto la situación durante todo el año. He visto fotos de los niños fuera del hospital (JM de los Ríos), en sillas de rueda y con sus soluciones intravenosas aún aplicadas protestando por falta de tratamiento. Luego vi el video de los niños en Siria muriendo de hambre o por falta de medicamentos y la verdad es que pensé que realmente me gustaría ayudar a estos niños, los más vulnerables”, expresó. Por la cercanía decidió apadrinar a un pequeño venezolano pero su mensaje dio a entender otra cosa y las reacciones se han desbordado.
Más por menos
Al darse cuenta de que muchos de los fármacos que le solicitaban eran económicos concluyó que prefería comprar más cantidad de medicamentos para beneficiar a más niños. De hecho para este fin de semana preparó una caja con variedad de vitamina C, soluciones y otros fármacos que no necesitan récipe. Sin embargo tiene temor, “en la frontera los decomisan”.
“Son medicamentos muy económicos, esa crema vale 8 mil pesos, que son como 2 dólares, los del asma 12 mil pesos. Pero al llegar allá, si tienen más de dos o tres cajas, se los decomisan. La gente me dice: `yo puedo pasar hasta dos, porque si llevo más me los quitan todos`”, señaló Rodríguez que además ha tenido que contactar a personas que vayan de Colombia a Venezuela para que puedan trasportar sus donaciones.
Tania teme que una vez en frontera retengan los medicamentos. “Ya conseguí quien lo llevara por la Guajira y estoy rezando para que los dejen pasar”, añadió. Luego de la entrevista fue hasta su farmacia más cercana a adquirir un tópico denominado “Tracrolimus”, que será enviado a Bucaramanga donde hay una persona que viaja a Caracas la semana que viene.
“Por la misma situación en frontera debe seguir el gota a gota. Para ello he contactado a colombianos allá que entran y salen del país”, aseguró la profesora.
Una de las cosas que califica de insólito es el hecho de que las cadenas de origen venezolano, Locatel y Farmatodo, sean las cadenas más abastecidas de Colombia. Asimismo, el precio de los fármacos que se están solicitando.
“Aquí hay una emisora cuyo programa empieza a eso de las 6:00 am y al terminar ya se le consiguió el servicio público a la persona. Es fácil, se consigue cualquier cosa”, indicó. También le causó indignación que una nieta buscara una silla de ruedas para su abuelo; “aquí el gobierno o las empresas privadas regalan las sillas de ruedas y yo se la puedo conseguir pero ¿cómo la llevo hasta allá?”, se pregunta.
Tania ha hecho contactos con compañeros de otras latitudes que tienen su misma intención de ayudar y espera sistematizar toda la colaboración que pueda conseguir. Para ello espera hacer el puente con miembros de la Iglesia Católica o con otras agrupaciones que faciliten el traslado de los medicamentos.
“Yo solo le pido a Dios que me ayude a ayudar”, resumió Rodríguez. “Yo soy una mujer de carácter fuerte, madre soltera que he trabajado mucho para salir adelante. Pero simplemente no soporto ver sufrir a los niños, no lo aguanto”, señaló.
Interesante la iniciativa de esta profesora colombiana que se interesa en la precaria situacion que padecen venezolanos con enfermedades catastroficas, especialmente los menores. Ojala que el cucuteno no decida que es mejor que los ninos venezolanos sigan sufriendo solo por mantener el punto de que la frontera se ha cerrado y debe permanecer asi. Esos ninos venezolanos enfermos no han cometido ningun delito para que se los condene a muerte que es lo que sucederia si no se permite el arribo de las medicinas que envian desde otros lugares porque aqui no se consiguen.
Buenos días y saludos, estoy en busca de unas ampollas que necesita mi hijo al nacer ya que fue diagnosticado con una cardiopatia que es la interrupción del arco aortico y este medicamento se debe suministrar en las primeras horas de nacido para dar tiempo a corroborar su diagnostico y su operación y asi salvar su vida, de verdad necesito la ayuda y lo que necesito es 4 ampollas de PROSTAGLANDINA E1 500Mg o nombre comercial Prostin o Alprostadil para los ultimos del mes de octubre del 2017 aca en venezuela no se encuentra y claro yo pago el costo. muchas gracias