Aglomeraciones por doquier. Colas por gasolina y tráfico pesado en la calle. La Caracas previa a la Navidad pareciera no recordar la pandemia del COVID-19 en Venezuela, que hasta este miércoles 23 de diciembre ha dejado 1.003 fallecidos y 111.024 casos del nuevo coronavirus.
Salvo por el uso correcto del tapabocas (en algunos casos), la imagen que deja la capital venezolana es de movimiento en la calle. Las personas buscan resolver regalos navideños a última hora y algunas buscan ofertas en lugares como Petare, Sabana Grande y La Hoyada.


En el Bulevar de Sabana Grande el contraste con meses anteriores es considerable. De tener todas las tiendas cerradas y penas algunas personas caminando por sus vía principal, pasó a reunir a cientos de personas y, especialmente, la vuelta de los buhoneros del bulevar, situación que no ocurría desde hace varios años.


Las familias también salieron a buscar regalos o simplemente a comer un helado. El hecho es que este bulevar se estaba lleno, como en los diciembres anteriores. La diferencia principal es que ahora todos los precios visibles son en dólares.




Mientras tanto, en Petare, al extremo este del Área Metropolitana de Caracas, las zonas cercanas a la avenida Francisco de Miranda se mostraron llenas de personas.



Situación similar se vio en La Hoyada y los alrededores de la avenida Bolívar, donde los comerciantes informales tomaron las calles para vender ropa, frutas, juguetes y otros productos.


Aunque en La Hoyada hay constante patrullaje policial de funcionarios de la Policía de Caracas, es evidente que en el lugar no se respetan las mínimas condiciones de bioseguridad.


Colas por gasolina en vísperas de navidad
Caracas se llenó de colas por gasolina desde el mes de marzo de este año. Sin embargo, entre junio y septiembre este panorama disminuyó con la llegada del combustible iraní. La ilusión terminó en octubre, cuando de nuevo se volvieron a ver largas colas para surtir gasolina. Las filas se mantienen este diciembre, incluso en estaciones de servicio con combustible a precio internacional.

Efecto Cocuyo recorrió algunas de las principales bombas del Área Metropolitana de Caracas y constató que las colas son parte del panorama general de la ciudad. La fila de La Estrella nuevamente tenía hasta un kilómetro de cola.

Mientras que la estación de servicio Buenavista en Petare mostraba una cara similar.

En bombas a precio internacional, como Las Mercedes o Blandín I y II, las colas también estaban presentes. A diferencia de las estaciones subsidiadas, en las gasolineras a precio internacional las colas pueden ser más rápidas. Los usuarios pasan entre una y dos horas para surtir combustible, a diferencia de la estaciones subsidiadas donde las colas pueden ser de hasta más de doce horas.

