En los momentos de dificultad, como esta cuarentena por el COVID-19, hay personas que se dejan llevar por la incertidumbre y tienden a encerrarse, no solo físicamente hablando. “Es verdad que estamos confinados, pero confinarse no quiere decir aislarse”, advirtió el psicólogo Antonio Pignatiello.
En entrevista con la directora general de Efecto Cocuyo, Luz Mely Reyes, durante el programa N° 100 de #ConLaLuz, el psicoanalista recalcó la importancia de detenerse a pensar cómo estamos respondiendo a esta situación y que para ello es clave “reconocer y confiar en la red de personas y relaciones” que hemos construido.
Explicó Pignatiello que en estas circunstancias de pandemia es importante concienciar sobre cómo nuestra vida se sostiene en una amplia red de relaciones de la que recibimos apoyo, así como nosotros estamos ahí para esas personas.
“Cuidarme no puede estar separado del cuidarnos”, señaló y dijo que esto no solo implica proteger la salud física y psicológica individual, sino de los otros en nuestro ámbito íntimo y doméstico, así como de las demás personas con las que nos conectamos gracias a la tecnología.
El especialista alertó sobre cómo se empieza a naturalizar en la gente que está muy tensa conductas violentas con su círculo cercano. “Es necesario que nos cuidemos entre todos. Por ejemplo, cuando la gente va a comprar al supermercado y quiere comprar todo lo que hay porque dice que se tiene que proteger, ¿pero y los demás? ¿tú vas a salir de esto solo?”, cuestionó.
Dijo que, en este contexto, también puede exacerbarse la violencia de género, como han advertido organizaciones feministas, por lo que las víctimas o potenciales víctimas deben mantener el contacto con las personas de su confianza. También, añadió, puede aumentar la violencia hacia los niños y niñas.
Conexión espiritual
El también profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV) comentó que el confinamiento en casa “es una oportunidad para la interioridad… para reecontrarse con otras cosas, con los vínculos más cercanos a la intimidad de uno mismo” y es ahí donde entra el aspecto espiritual y respetuoso.
Se refirió a la trágica situación que viven en muchos países del mundo donde muchos enfermos de coronavirus mueren solos y sus familias no tienen oportunidad de despedirse ni hacerle un entierro como quisieran: “en ese momento pasa a tener más importancia que la parte física de cuerpo la conexión afectiva y espiritual, de corazón con esa persona que ya no está”.
Pignatiello recomendó que esta cuarentena es importante para identificar nuestras emociones, pensamientos porque “ir a esa exterioridad y observarse es una posibilidad de analizar lo que le pasa a uno de manera distinta”.
Hacer una pausa y respirar
El psicólogo y psicoanalista explicó que ante la incertidumbre la mente puede llevarnos a estados que no se corresponden con lo que estamos viviendo. Dijo que es natural sentir miedo, pero hay que preguntarse cómo sentir miedo realmente nos ayuda o nos va a hacer sentir más protegidos. “Nos puede estar llevando a lo contrario, a actuar impulsivamente, de manera reactiva, alimentando nuestra angustia“, añadió.
En este sentido llamó que en pro de la salud mental es importante no sobrecargarse de información porque uno termina “atosigándose”. Dentro del confinamiento “hay que hacer una pausa y respirar… hace falta un momento donde uno pueda parar, detenerse, respirar profundamente. No un respiro, tomarse unos minutos, hacer una pausa para que esa mente tan alterada se aquiete, como cuando tiene en un estanque el agua revuelta … se serena”.
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