Una larga fila de vehículos y motocicletas se formó este sábado, 9 de marzo, a lo largo del distribuidor de Altamira, en la autopista Francisco Fajardo. Esta vez la razón no fue para protestar, como ha sido costumbre desde 2017, sino el gran apagón que afecta al país desde el jueves, 7 de marzo en la tarde.
Como la gente no tiene acceso a Internet, han optado por situarse en esta zona, donde es posible obtener señal para comunicarse con sus familiares y amigos en el extranjero y el interior del país, así como para enterarse de las noticias que están ocurriendo y hacer transferencias bancarias.
Hay quienes han logrado conectarse para enviar mensajes por WhatsApp, en especial si trabajan con el servicio telefónico de Movistar. La crisis por el apagón, sumada al colapso del país, ha generado zozobra a los familiares que se encuentran en el exterior.
Heisis García Blanco, una cubana que vive en Venezuela desde hace cinco años, llegó a las 4:30 pm al distribuidor para comunicarse con su mamá, que está en La Habana, donde es un martirio lograr tener servicio de Internet. Ambas suelen hablar por correo, porque en la isla no hay WhatsApp, explicó.
“Estoy sin luz desde hace 72 horas. No nos ha llegado absolutamente nada”, dijo la residente en Macaracuay, quien insiste en hablar con su madre para informarle que se encuentra bien luego de haber tenido que ir a una clínica privada para hacerse una revisión de su embarazo. “La última vez que habló conmigo estaba nerviosa porque vio que estaba descompensada por el mismo embarazo”, agregó.
Carmen Castellanos, quien es merideña pero vive en el sector La Campiña, señaló que no habla con su mamá desde que empezó el apagón, hace tres días. “Allá la señal no es buena. Y me imagino que se quedó sin batería”, explicó la joven, que sin embargo pudo comunicarse con su hermano que vive en Colombia.
Para Yolimar Briceño, ir a la autopista Francisco Fajardo no significa solo hablar con su hijo en Panamá y sus amistades en Argentina, sino que incluso se informa a través de ellos de lo que ocurre en el país, pues ni siquiera ha logrado tener señal o acceso a frecuencias radiales para escuchar las noticias. “Ellos son los que saben lo que ocurre. Yo estoy desconectada”, dijo.
Los familiares de Daniel Requena, residente de Las Palmas, viven en Estados Unidos y desde que se cortó el servicio eléctrico han estado sumidos en la zozobra mientras la comunicación con Venezuela es intermitente.
“Desde afuera todo se ve muy escabroso. Es tenso no poder hablar con tus familiares. Es una situación que genera estrés y exaltación. Yo me puse muy nervioso pensando en cómo le avisaba a mi mamá cómo estaba, porque sé que se preocupa”, agregó.
Leonardo Di Martino tiene familiares en varios países: Emiratos Árabes Unidos, Italia, España, Canadá, Argentina y Uruguay. Este viernes, 8 de marzo, pudo hablar con todos desde un sitio privado en el que había acceso a Internet satelital. En el distribuidor de Altamira, a las 4:50 pm, no había podido hablar aún con ellos. “Yo suelo decirles que todo está bien para no angustiarlos. Por que si no se ponen peor”.
Para las 7:48 pm, todavía no se había normalizado totalmente el servicio eléctrico en el país, a pesar de que Diosdado Cabello, segundo al mando del oficialismo, dijo que ya se había restablecido en 70%. Esto lo dijo en horas de la mañana, durante la movilización del chavismo hacia Miraflores. Los servicios de telefonía celular funcionaban con irregularidad, en especial el de la estatal Movilnet. Y el Metro de Caracas, sigue sin prestar servicio.
Fotos: Iván Reyes
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