Este martes al menos 40 reclusos de una de las celdas del Centro de Detención Preventiva de la Policía de Sucre protagonizaron un motín, en el que capturaron a tres funcionarios de la institución para exigir traslados a centros de reclusión y celeridad procesal. Los tuvieron como rehenes durante nueve horas para que “las autoridades escucharan sus peticiones”.
La situación se presentó en la sede ubicada en La Urbina, conocida como El Coliseo, a las 9:00 am, cuando los funcionarios Orlando Tovar, José Ponce y Charly Bastardo se disponían a sacar a los detenidos al baño. Los reos aprovecharon la ocasión para someter a sus custodios.
A las 11:00 am representantes del Ministerio Público llegaron al sitio para dialogar con los reos y lograr la liberación de los funcionarios. Al mediodía, un grupo de familiares llegó a las instalaciones de El Coliseo para apoyar a los detenidos e iniciaron una protesta que consistió en trancar durante hora y media la autopista Francisco Fajardo a la altura de la sede policial.
Los funcionarios secuestrados fueron liberados a las 6:00 pm., luego de que la Fiscalía asegurara que se realizarían traslados a centros de reclusión formales y que la causa de cada detenido sería revisada para darle celeridad procesal. La fuente aseguró que los uniformados no fueron heridos.
Los espacios para el resguardo temporal de los detenidos en la comandancia de Polisucre de La Urbina tienen una capacidad máxima para 30 personas. Actualmente, según una fuente policial, existen 140 internos en cuatro calabozos.
Esta no es la primera vez que ocurre un hecho irregular en Polisucre. En 2014 fueron cuatro los eventos irregulares que se registraron en El Coliseo, todos ellos por hacinamiento y retardo procesal. El último fue el 21 de noviembre, cuando los detenidos secuestraron a un funcionario durante ocho horas y otros 83 iniciaron una revuelta por el hacinamiento.
Los detenidos simularon que necesitaban apoyo y siete uniformados ingresaron a la celda. En ese momento se produjo un apagón y los reclusos golpearon a los efectivos, les lanzaron orina y se apoderaron de uno de ellos.
Hacinamiento: un mal de las celdas de detención preventiva
“Desde que los apresados ingresan a una sede policial planean cómo fugarse, porque ellos saben que la falta de cupos a los centros penitenciarios puede derivar en que su permanencia en dichas salas se extiendan por más de dos años sin ser trasladados a un penal para cumplir su condena”, dijo, el comisario y director de la Policía de Miranda, Elisio Guzmán, luego de que sus funcionarios frustraron una fuga en el municipio Brion.
Este martes, 24 de noviembre, los efectivos realizaron una requisa y detectaron que unos barrotes estaban desprendidos, en las celdas del centro de detención de la localidad.
No es solo en Polisucre o Polimiranda, las condiciones de hacinamiento son generalizadas en el Área Metropolitana de Caracas (AMC), en todos los cuerpos policiales, según informó Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), a principios de noviembre en la presentación del balance anual de la institución.
El 27 de abril de este año los reos de la sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Catia, tomaron a dos agentes como rehenes. Lo tuvieron en la azotea, amenazado de muerte, durante doce horas. Allí había 186 internos cuando su capacidad es de 50.
Uno de los detenidos, Juan Bautista Infante, quien había sido acusado de violación, fue asesinado. El motín cesó luego de que 25 internos fueron trasladados a la cárcel de Puente Ayala en Puerto la Cruz, Anzoátegui.
La legislación venezolana establece que cuando una persona es detenida por algún organismo de seguridad, ésta debe ser presentada en tribunales en las siguientes 48 horas de su captura. Durante ese tiempo los presuntos delincuentes deben permanecer en una celda de detención preventiva en la comisaría del cuerpo policial que lo aprehendió. Despúes, según el juez, debe ser liberada o trasladada a un centro de reclusión formal.
“Hicimos un recorrido por 20 comisarías de Caracas. Encontramos reclusos con más de dos años detenidos allí. Duermen parados, donde debe haber una sola persona se encuentran 20. Además la alimentación es deficiente, porque las policías no cuentan con el presupuesto necesario y son los familiares quienes deben llevarles la comida. Estos calabozos ni servicios sanitarios adecuados tienen”, declaró Prado.
El balance del OVP sobre estas celdas indica que de enero a septiembre de 2015, se han presentado seis motines, seis fugas de reclusos y seis secuestros de funcionarios. En total se registraron 79 reclusos fugados, 49 heridos y 9 personas fallecidas, entre funcionarios y detenidos.
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