Muy temprano, a las 7:30 de la mañana de este jueves primero de octubre hubo un acto en el Cementerio General del Sur en la parcela, donde está enterrado el diputado Robert Serra y su asistente María Herrera. Fue el primero de la jornada.
La conmemoración del primer aniversario del asesinato del parlamentario estuvo a cargo de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela. Pusieron una ofrenda con flores rojas, enarbolaron la bandera de Venezuela y la de la tolda roja.
En primera fila estaban Zulay Aguirre, madre de Serra junto a sus otros dos hijos. Visiblemente afectada se mantuvo con lentes oscuros todo el acto, al tiempo que diferentes personeros del Gobierno nacional le presentaban sus saludos.
“Uribe no le perdonó a Robert que le dijera sus verdades desde la AN”, sentenció uno de los presentes. Para la candidata Jacqueline Farías las horas de Serra fueron cortas y agradeció que todo ese tiempo se lo dedicara “a la Patria”.
Una vez culminado el acto, los representantes de la Jpsuv se fueron hasta la Plaza Morelos desde donde partió una marcha rumbo a la AN. Simultáneamente los diputados de la AN iniciaron una sesión especial en honor a su colega asesinado.
Vestidos con la chaqueta tricolor fueron entrando uno a uno al salón Elíptico los diputados de la bancada roja. Los parlamentarios de la MUD no asistieron. Diosdado Cabello, presidente del Parlamento agradeció la ausencia. “Es mejor, así nos sentimos entre familia, entre patriotas, sin hipocresía de ningún tipo. Venir aquí a rendirle honores a Robert Serra es contrario a lo que ellos (oposición) le hicieron a Robert Serra y pone en evidencia que la derecha venezolana estuvo detrás de la muerte de Robert Serra”, dijo el diputado.
Héctor Rodríguez, exdirigente estudiantil como Serra, fue el orador de orden de la sesión. Tuvo un breve discurso en el que destacó que desde el día del asesinato sigue haciéndose preguntas y sentenció: “Aunque corten todas las flores no podrán detener la primavera”. Posteriormente los diputados de la bancada Psuv aprobaron un acuerdo que entregaron a los familiares de Serra.
La marcha que partió de la Plaza Morelos culminó en una tarima enorme con pendones del fallecido diputado, con una pantalla gigante en la que se transmitía el desarrollo de la concentración y en la que se esperaba que hablaran diferentes representantes del Gobierno nacional. No hubo llanto, tampoco colores de luto. Los jóvenes, en su mayoría, que marcharon iban de colores alegres, bailando al ritmo del rap, reggaetón, samba y música de Alí Primera.
De cuando en cuando se escuchaba un grito de “Robert vive, la Patria sigue” y continuaba la música.