De calles llenas de transeúntes a calles llenas de barricadas: ése fue el contraste que se observó de un extremo a otro de Caracas durante el primer día del paro cívico de 48 horas convocado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para este 26 y 27 de junio como protesta contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

El equipo de Efecto Cocuyo hizo un recorrido fotográfico por las arterias viales más importantes de la ciudad para comprobar si comerciantes, transportistas, trabajadores y demás ciudadanos acataron el llamado a paro. Se percibieron dos realidades distintas.

El trayecto inició en la avenida Urdaneta a la altura de la plaza Candelaria. Comercios abiertos, vías llenas de caminantes, bancos funcionando. Daría la impresión de que no se convocó a paro cívico sino es por la presencia de funcionarias de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en la plaza y esquinas circundantes. Un grupo de oficiales notó la presencia del equipo de Efecto Cocuyo, pero apenas percibimos que estaban consultando si increparnos o no, nos fuimos.

Unas cuadras más adelante, los accesos a Miraflores estaban abiertos. En la avenida Baralt había menos tránsito del común pero todos los comercios estaban abiertos.

Transitar por la avenida Libertador, sentido este, fue pasar de donde no pasó nada a donde pasó de todo. Habían pocos autos en ambos sentidos y pocos comercios abiertos. Casi no había personas en las calles.

El este de Caracas cuenta una historia muy distinta a la de algunas zonas del centro. La salida de la avenida Libertador hacia El Rosal estaba bloqueada por varias barricadas distribuidas en varias esquinas. La intersección entre la calle Mis Encantos con la avenida Francisco de Miranda estaba totalmente bloqueada por cintas de seguridad y mecate.

Hacia Altamira y Los Dos Caminos la situación fue similar. Lo único que la diferenció fue la cantidad de manifestantes en las calles. En la primera, muchos jóvenes encapuchados, en la segunda, unos pocos vecinos, mayores y jóvenes también.

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