Ni en los más optimistas escenarios la oposición venezolana había previsto la avalancha de votos que recibió este 6 diciembre y que según cifras oficiales le otorga 99 curules de la Asamblea Nacional, cifra que puede ser superior.

Entre 108 y 118 diputados oscilan los números que en la madrugada de este 7 de diciembre, a dos horas de haberse conocido la victoria, se manejaban en el bunker en el que se convirtió una habitación en el hotel Altamira Village, que durante tres días, fue el cuartel general de la Mesa de la Unidad.

La alegría empezó a sentirse en la sede provisional de la unidad opositora luego de las 6 de la tarde. A las 8 de la noche ya se escuchaba: 86… unos minutos después el número subía:  92… y así hasta hablar de 113 diputados. Y aún no se tenía el primer boletín. Un alborozado Julio Borges gritó al entrar en el ascensor: Ganamos la mayoría calificada.

Este número mágico que aún falta por confirmar fue asomado por el encuestador Jesús Seguías, de la empresa Datincorp. El 29 de noviembre escribía:

  • 70% de los electores manifiesta su intención de acudir a votar en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, un caso atípico para este tipo de comicios.
  • Los estudios de Datincorp más recientes (22 de noviembre) indican que el Psuv y Gran Polo Patriótico están perdiendo en estados y circunscripciones electorales históricamente chavistas.
  • De haber una concurrencia a los centros de votación cercana o superior al 70% de los electores, las proyecciones indican que la oposición obtendría en votos lista una cifra de sufragios superior al 60% de los votos efectivos, mientras que el chavismo obtendría el 35%. De acuerdo con nuestras proyecciones, la oposición está muy cerca de obtener la mayoría calificada de dos tercios de los parlamentarios.

¿Dónde pueden estar esos votos? De acuerdo con el cruce de llamadas que en la madrugada iban y venían, el circuito 1 de Monagas, que otorga 3 diputados, dos circuitos indígenas y otros circuitos que para el primer boletín entraban en la lista de no adjudicados, pueden ser la caja de votos que dispare a la oposición a un escenario nunca soñado.

No obstante, ya la victoria con 99 diputados es demoledora.

Enrique Márquez, de Un Nuevo Tiempo, revelaba que al menos en Mérida y Nueva Esparta la MUD se lo llevó todo. Mientras que en Zulia lograba 14 de las 16 curules y en Distrito Capital ganaron hasta en el 23 de Enero y Caricuao.

Los números no bastan. Rostros casi desconocidos batieron a emblemáticos dirigentes del chavismo. En Catia, una jovencita, Marialbert Barrios, despidió del legislativo a Freddy Bernal, mientras que el reelecto Miguel Pizarro le sacó más de 30 puntos  de ventaja a William Ojeda en el circuito 3 del estado Miranda. El circuito 4 (Guarenas-Guatire) también abrazó a la oposición y mandó fuera de la AN a Blanca Eekhout.

La pela de la MUD al chavismo significó una ventaja de más de un millón 800 votos y más de 9 millones de sufragios para la causa, algo nunca antes logrado.

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La coalición opositora llega a esta victoria luego de navegar por los mares de la división. En agosto de este año, los líderes de Primero Justicia, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática lograron limar sus asperezas, y bajo la coordinación del pitcher emergente, Chúo Torrealba, la Mesa de la Unidad Opositora acordó su hoja de ruta. Este domingo Freddy Guevara (VP) y Julio Borges (PJ) no ocultaban una camaradería que auguraba caminos menos escabrosos para estas dos toldas que han protagonizado varios de los más fuertes piques dentro de la alianza opositora.

“Por eso pudimos responder a todos los golpes que nos dieron”, comenta un exultante Chúo Torrealba, para quien la clave de la victoria fue que la dirigencia opositora  entendió  que sin unidad no tendría vida y porque el malestar de la población fue tal, que se volcó a exigir un cambio de la manera más contundente.

“Nos despreciaron, nos subestimaron y se equivocaron”, sentencia Torrealba.

Fotos: EFE

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