Metro de Caracas que da hacia la avenida Pichincha, las franelas amarillas de fútbol, los sombreros de ala ancha y el acento colombiano envolvía al transeúnte. Este domingo 2 de octubre, los colombianos en la capital de Venezuela participaron en el proceso histórico: el “plebiscito de la paz“.Con más de una década en el país, Libia Guerrero hoy se acercó al consulado colombiano de Caracas para ejercer su derecho al voto. “Yo estoy de acuerdo con la paz. ¿Quién no quiere la paz? Pero pienso que toda la verdad no está dicha. Deben pagar lo que hicieron, todos sus crímenes y que no quede impune. No debemos premiarlos”, aseveró la mujer sexagenaria y con entusiasmo dijo que el proceso del sufragio tardó menos de cinco minutos.Con “premiarlos”, Libia se refería a una de las cláusulas que contiene el “Acuerdo de Paz” firmado el 26 de septiembre por el presidente Juan Manuel Santos y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Rodrigo Londoño Echeverri, que puso fin a 52 años de guerra: una representación de 5 senadores y 5 representantes a la Cámara por los siguientes dos períodos electorales (2018 y 2022) para los integrantes de las Farc, quienes deben dejar las armas para convertirse en un partido político.Otra de las condiciones que se plantearon el Gobierno colombiano y la Farc fueron pactos para dar solución al problema de venta de drogas ilícitas, ayudar al desarrollo rural del país, fomentar la participación política, poner fin al conflicto guerrillero y ayudar a las víctimas producto del conflicto armado.Para Héctor Gaviria la organización del proceso del plebiscito fue adecuada, lo que le permitió votar sin confusiones. Manifestó a Efecto Cocuyo que pese a que desea el fin de conflicto armado en su país, no está conforme con las cláusulas establecidas en el acuerdo que firmó el Gobierno colombiano.Héctor vivió las consecuencias de la guerra. Su tío fue descuartizado por miembros de las Farc para evitar que los delataran con las autoridades. José Gaviria fue asesinado en el departamento del Valle del Cauca hace 50 años.En el consulado de Colombia en Caracas hay 99 mesas para 68 mil electores inscritos en la Registraduría Nacional del Estado Civil. En todo el país hay 15 consulados y un total de 182.272 colombianos registrados. Estos deben manifestar su posición a favor o en contra del “Acuerdo de Paz” firmado el 26 de septiembre“Estamos muy contentos con este proceso que ha transcurrido sin novedad desde las 8:00 am. Se me salen las lágrimas al ver a colombianos con dificultades para venir hasta acá que igual vienen a votar. La gente quiere expresarse y eso da testimonio para el pueblo venezolano de que las cosas pueden salir adelante si se minimizan las diferencias y se potencian las coincidencias. Hoy los colombianos somos un ejemplo para el mundo”, expresó el embajador de Colombia, Ricardo Lozano Forero a las 12 del mediodía.Recordó que según las normas electorales de su país, hasta las 3:59 pm los jurados pueden recibir a un elector, pues a las 4:00 pm se cierra la mesa, sin importar la presencia de personas en la cola.Luego los cuatro jurados o miembros de mesa contabilizan las papeletas, en las que el votante seleccionó a mano su opción, y se evalúa cuántos electores ejercieron su derecho en dicha mesa. Al final se separan los votos entre cada ítem, se totaliza y se llena el formulario E14, el cual es escaneado y enviado a Bogotá electrónicamente. “En menos de una hora y media tendremos un resultado con 90% de las mesas”, exclamó el embajador.EsperanzaEl barranquillero Carlos Molinares ve con buenos ojos el proceso de paz que se vive en su país. “Tengo una grata satisfacción de participar en esta parte de la historia y espero que de forma contundente gane el sí. Este es un camino que se inicia para conocer cómo es vivir en paz, nosotros desde la época de Colón no sabemos qué es la paz”, exclamó. ]]>
En Caracas los colombianos quieren la paz pero sin impunidad (Fotos)
Las normas electorales de Colombia indican que hasta las 3:59 pm los jurados puede recibir a un elector, pues a las 4:00 pm se cierra la mesa.
