Angustia, dolor, ansiedad, depresión, indignación, rabia, frustración, impotencia, indefensión, inseguridad, inestabilidad, apatía, desesperanza, desilusión, desengaño, desencanto. Muchos venezolanos están experimentando algo de eso. Es lo que han observado los psicólogos Mireya Lozada, Martín Villalobos, María Teresa Urreiztieta en sus estudios de campo.
En el foro “Venezolanos en crisis, impacto psicológico, aprendizaje y desafíos psicosociales”, organizado por la Red de Apoyo Psicológico de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Simón Bolívar (USB), realizado este jueves 4 de junio en la UCV, los expertos coincidieron en señalar una advertencia: cada vez hay más venezolanos que tienen miedo.
El panorama sombrío que dibujan, dijeron, es producto de la crisis política, social y económica que atraviesa el país. “Hay una alarmante disminución del poder adquisitivo derivado de la inflación; desempleo; desabastecimiento; deterioro del sistema sanitario; agudización de la violencia política; aumento de la criminalidad; violencia social, judicial y policial; censura, represión, negación, criminalización de la protesta”, sostuvo Lozada, coordinadora de la maestría de psicología social de la UCV.
“Esas condiciones han ido generando un impacto en la población: ahora hay mucho miedo. Hay un quiebre de las seguridades, y la sensación de que no hay control. Gente que en 2014 se quejaba porque no encontraba alimentos o medicina, ahora lo que manifiesta es frustración porque nadie hace nada ante lo que ocurre”, señaló Urreiztieta, psicóloga Social de la USB. Villalobos, coordinador de la maestría de psicología clínica de la UCV, coincidió y explicó que muchos somatizan lo que perciben del entorno y se enferman.
Urreiztieta, psicóloga social de la USB, sostiene que ese clima es consecuencia del “paragua de opresión” bajo el que están viviendo los venezolanos: “Hay una administración del miedo como arma política. Impera una anomía (falta de normas) que se expresa en las invasiones a espacios ocupados; desorden, que queda claro en el manejo del control de cambio; la corrupción; la impunidad. Lo que se trata de imponer desde el poder es una lógica de sumisión: de obediencia y fidelidad”. Los especialistas lamentan que, en ese contexto, la gente siente que tiene menos posibilidades de incidir y transformar lo que no le gusta de su entorno.

La guerra es psicológica
De un lado dicen que hay una dictadura. Del otro que Estados Unidos va a invadir el país. El ataque-contraataque de mensajes entre el gobierno y la oposición, explica Urreiztieta es muestra de una guerra psicológica que impera en el país y que termina afectando la forma en la que los ciudadanos perciben el mundo y actúan.
Los expertos sostuvieron que a través de guerras psicológicas se tratan de imponer matrices de opinión para descalificar al enemigo, y que en esa dinámica están inmerso tanto el chavismo como la oposición.
Los elementos claros que identifican de esa guerra psicológica son la creación de rumores, la manipulación de noticias, la satanización de los dirigentes. “Puede que lo que plantean ambos sectores sea verdad o mentira, la cosa es que se usa para descalificar al enemigo. En parte por eso es que la gente siente que está en un clima de neurotización y desestabilización, por los mensajes que lanzan de un lado y del otro”
La clave para mejorar
Lo bueno, dijeron los psicólogos, es que no todo está perdido. Que, aunque el panorama sea gris, la gente en la crisis logra levantarse. A eso le llaman resiliencia. Villalobos agregó en su ponencia que durante períodos de perturbación la gente suele mostrarse más dispuesta a formar uniones con sus allegados. “Parece que aumentan sus necesidades de filiación”. Es lo que mismo observa Urreiztieta: “El individuo tiene la capacidad de transformar, de imaginar y soñar otro tipo de situaciones. No está del todo determinado por el entorno”.
Para que baje la tensión, lo que recomendaron es trabajar por la reconstrucción del “tejido social”. Eso significa, explicaron, ser empáticos con quienes tienes posturas políticas contrarias, serenar las emociones, comunicar las angustias, no aislarse, crear consensos en pro de un futuro en común. Indicaron que es necesario luchar contra la impunidad, así como la restitución del estado de Derecho, humanizar la política, rescatarlos valores, minimizar la militarización.
Erick Lezama A. /@ericklezama1
Excelente nota. Solo un detalle, el apellido de la profesora de la USB es Urreiztieta.
Hola Erik interesante nota. Pero por favor, corrige el apellido de la Prof. URREIZTIETA. Gracias.
Buenos días, profesora gracias por la precisión. Ya hicimos la corrección.
Equipo Editor
Asi me siento todos los dias.En la calle se siente ese ambiente.Excelente nota.
Excelente artículo. Actividades como esta son necesarias. Siento en mi comunidad que la necesidad de comunicación y orientación ante la situación de desinformación y violencia que vive el país es alta.