“Todo parece indicar que el régimen socialista está en sus últimos días. Existe una clase social formada por funcionarios de la administración pública que está integrada exclusivamente por miembros del partido de gobierno que tienen dinero y gozan de privilegios especiales. Viven bien y no hacen colas.
Por otra parte el pueblo debe sustituir la carne por otra proteína por el alto costo de este producto. Asimismo la gente, esperando cualquier cosa, hace colas para obtener aquellos alimentos que estén disponibles; ya que se vive una escasez general, frecuente, intensiva y crónica porque el gobierno maneja o controla la producción y la comercialización de cualquier bien o servicio.
Además, puede evidenciarse que se acrecienta la inestabilidad política y aumenta el costo de la vida, lo que se ve reflejado en una pobreza general que se acentúa”.
Hasta aquí un breve epílogo del régimen que gobernaba la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) la cual fue disuelta en 1991. Y es que la URSS vivió, a principios de los años 90, un colapso tanto en lo político como en lo económico que la llevó a su disolución.
Es impresionante que, a pesar de las lecciones de la historia en cuanto al fracaso de este socialismo como modelo político y económico, un grupo de comunistas trasnochados se empeñe en imponer una ideología que ha conducido al pueblo venezolano a la devastación y a la desdicha, a pesar de haber recibido la mayor riqueza petrolera de toda la historia.
En Venezuela, al igual que en los últimos días de la URSS, se puede observar el contraste que produce ver a la gente en las largas colas buscando algo de comer; y por otro lado, la boliburguesía u oligarquía socialista gobernante (Nomenklatura), para quienes no existen dificultades económicas y consideran que no hay crisis.
Pero la verdad, es que en Venezuela la situación es más grave de lo que se cree en el mundo ya que no hay división de poderes, desde el gobierno se viola la constitución, y además, hay suficientes evidencias de que los derechos de los ciudadanos no son respetados.
Esto convierte la situación de Venezuela en algo inadmisible desde el punto de vista económico, político, social y jurídico. Surgen entonces las preguntas obligatorias ¿Ha llegado a su fin este régimen? ¿Nicolás Maduro es el protagonista del epílogo de la llamada revolución socialista del Siglo XXI?