Los más pequeños son los que pagan los platos rotos de la crisis. Niños y adolescentes llevan a cuestas junto a sus padres los males de la escasez, la inflación, la inseguridad y la carencia de insumos médicos. La falta de alimentos se perfila como uno de los problemas más difíciles de afrontar. De acuerdo con un estudio realizado por el Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap) y el Centro de Investigación Social (Cisor), las consecuencias de la crisis son alarmantes: 98.2% de los hogares cambiaron su forma de alimentarse en el último año.

Con una población de 1.099 hogares (de la cual fueron encuestados 692 niños y 407 adolescentes), Cecodap presentó este jueves, 8 de diciembre, el estudio Efectos de la crisis económica y política en niños, niñas y adolescentes en el Área Metropolitana de Caracas. Para su realización, el equipo de investigadores visitó hogares de distintos estratos sociales de los cinco municipios de la Gran Caracas entre el 14 de julio y el 28 de agosto.

Aún más grave que el cambio en la forma de alimentarse, los niños y adolescentes dijeron que en sus hogares no hay suficiente comida para todos los miembros de la familia todos los días de la semana. La preocupación por lo que se va a comer al día siguiente está latente: 105 niños y 113 adolescentes (el equivalente a 19% de los encuestados) aseguraron temer quedarse sin alimentos en sus casas.

“Ya los niños y jóvenes no se preocupan porque salieron mal en el colegio o porque no le caen bien a fulanito. Ahora se preocupan porque la comida se puede acabar en sus casas”, indicó Matilde Parra, investigadora de Cisor.

pieza1-4

De todos los aspectos de la crisis, la alimentación ha sido uno que ha cambiado de manera radical la calidad de vida de los pequeños y jóvenes. El consumo de refrescos, chucherías y jugos ricos en azúcares ya no está presente en las dietas. Tampoco las leguminosas, que anteriormente no faltaban en la mesa. Las proteínas animales ya no se obtienen en las carnes de ningún tipo; según la encuesta, ahora solo se ingieren en los huevos y quesos.

Algunos de los alimentos que hoy no se sirven en las mesas y que dijeron extrañar los encuestados son los cereales con leche, el arroz, la pasta, las caraotas y las frutas en general.

productos-consumidos

La salud es otro aspecto que también se ha visto golpeado por la crisis. Del total entrevistado, 124 niños y 66 adolescentes señalaron padecer algún tipo de enfermedad crónica. Con respecto a esta problemática, 100 niños y adolescentes aseguraron no recibir un tratamiento adecuado, bien sea porque no encuentran ninguno de los medicamentos que se requieren o parte de ellos. Otros 21 señalaron no contar con el dinero suficiente para comprarlos.

Garantizar el acceso a la educación también se volvió más cuesta arriba este 2016. De acuerdo con el estudio, realizado por Cecodap, 68.5% de los hogares dijo que el dinero no alcanza para comprar útiles, uniformes o pagar las matrículas escolares.

Los espacios para el esparcimiento quedaron reducidos ante la crisis. “Hay otros aspectos de la calidad de vida del niño que también afectan la dinámica familiar“, indicó Carlos Trapani, quien forma parte del programa Buen Trato de Cecodap. De acuerdo con el estudio, 83% de los consultados dijeron que en sus hogares no tenían suficiente dinero para divertirse y salir juntos.

como-afecta-la-crisis-a-ninos-y-adolescentes

La inseguridad tampoco es un problema del que los niños y adolescentes salen ilesos. Unos 132 hogares han sido víctimas de la violencia que de produce fuera de sus viviendas, sea que se trate de un secuestro, un atraco o un enfrentamiento entre bandas o con la policía.

La infancia dura muy poco, pero los efectos perjudiciales de la infancia duran toda la vida“, advirtió Trapani. Por ello, Cecodap incluyó entre sus recomendaciones finales priorizar la protección de los más pequeños y jóvenes, invertir en la niñez, atender a las necesidades de los niños y adolescentes y recurrir a la cooperación internacional como un plan de protección. “Hay proyectos de vida que se comprometen con la situación actual. Estamos hablando de sus derechos, no de favores”, dijo.

Puede leer el estudio completo a continuación:

Deja un comentario