Nicolás Maduro acaba de concluir una gira por cuatro países caribeños en menos de 48 horas (Surinam, Antigua y Barbuda, Santa Lucía y Granada) . Durante las visitas firmó acuerdos que van desde la entrega de 130 mil bombillos ahorradores a Surinam, la compra del 25% de las acciones de la petrolera de Antigua y Barbuda y el ofrecimiento de la construcción de un resort; hasta el acto en una planta de gas, que presentaron como recién estrenada, cuando ya el vicepresidente, Jorge Arreaza, la había inaugurado en abril.
Expertos internacionalistas consideran que esta movida responde a la preocupación del Ejecutivo en torno a la disputa fronteriza que se mantiene entre Venezuela y el Esequibo, aunque insisten en que históricamente las ayudas económicas no implican el apoyo de las naciones en organismos internacionales.
“No considero que estos acuerdos tengan mayor relevancia aunque evidencia que a ellos (al Gobierno) les interesa mantener una influencia en la zona”, refiere el internacionalista y ex embajador, Sadio Garavini. En su opinión, los pactos y compra de acciones en el sector petrolero, responden a la reducción de la capacidad venezolana en el área de Petrocaribe.
“El Gobierno trata de compensar porque ahora Petrocaribe es menos importante por la caída de los precios del petróleo y la reducción de sus importaciones”, indica el también doctor en Ciencias Políticas.
Para Juan Francisco Contreras, presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela (Codeiv), es evidentemente que esta visita responde el problema del Esequibo porque, según explica, Maduro y el tren ministerial está desprestigiado y necesita apoyo de estas naciones. Garavini añade que los países caribeños son un número importante de votos en las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA) y por eso se le da especial cuidado a estas relaciones.
Sin embargo, ambos especialistas alertan que históricamente este tipo de acciones no se han traducido en votos a favor de Venezuela. “Miembros del Caricom (la Comunidad del Caribe) que también son del Alba no han apoyado a Venezuela ni en la Organización de Estados Americanos (OEA) ni en la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Por ejemplo, en agosto, cuando Colombia quiso llamar a la reunión de consulta entre los cancilleres de ambos países por el cierre de la frontera, Venezuela recibió solo el voto de Ecuador, Bolivia, Nicaragua, los demás se abstuvieron”, precisa Garavini e insiste en que en efecto, eso demuestra que la solidaridad de este tipo no se refleja en votos.
Escasez aquí, productos allá
El hecho de que el primer mandatario realice acuerdos millonarios en un contexto tan crítico como el que vive Venezuela le genera al representante de Codeiv fuerte recelo. “Yo creo que el país va por un lado y este Gobierno va por otro. Parece que está totalmente desligado de lo que pasa al interior de la nación”, expresa y enfatiza: “Aquí hay una crisis general de una magnitud increíble y el Gobierno actúa como si no pasara nada”.
Garavini considera una burla, el hecho de que el Ejecutivo se preste para la construcción de un hotel. “¿Con las dificultades que tiene Venezuela en este momento, sin comida ni medicinas van a darle plata a un hotel en las islas del Caribe, donde por cierto no se hace turismo popular, sino de élite? Es un chiste”, concluye.
Foto: Prensa Presidencial