Las ventajas de la inteligencia artificial en distintas áreas de la vida, y de la comunicación, son múltiples. Sin embargo, el periodista y editor jefe del MIT Technology Review, Gideon Lichfield, reflexionó sobre sus debilidades y los peligros que podría acarrear.
Durante su conferencia este jueves 29 de octubre en el primer día del Festival Cocuyo 2020, Lichfield explicó que los investigadores han demostrado que es posible engañar a los algoritmos de la inteligencia artificial, hacer que las máquinas se confundan y generen fallas más o menos graves, dependiendo del tipo de tarea.
En ese sentido, el periodista planteó que lo recomendable sería usar esta tecnología en aquellos casos donde esos errores no sean tan importantes o se puedan corregir con facilidad, como en la selección de música, el diseño gráfico o textos para el marketing de productos comerciales.
El riesgo, en cambio, es aún mayor si se trata de usar ese tipo de algoritmos para el manejo automatizado de vehículos, el reconocimiento facial del sospechosos o cualquier otra situación en la que un ser humano no pueda verificar los resultados antes de que se implementen.
Gideon Lichfield planteó que la inteligencia artificial es estrecha, es decir, está para ejecutar aquello en lo que se le entrena. Es frágil porque los algoritmos son vulnerables a engaños pero, además, destacó que es insensata “aunque parece que entiende lo que está pasando, solo está haciendo cálculos”.
El experto planteó que es necesario debatir sobre los controles necesarios para evitar que los algoritmos sean utilizados de manera abusiva, especialmente por personas autoritarias o que prejuiciosas.
“El peligro no es que la inteligencia artificial tome sus propias decisiones sino que la gente con tendencias autocráticas la use para establecer sus propias decisiones”, dijo.
No descartó que se trate de “un arma muy poderosa” para regímenes que busquen vigilar a la población y citó el caso de China.
“La IA no es distinta a otro tipo de tecnología en general… se trata de cómo decidimos utilizarla. La aplicación de la tecnología depende mucho de quién tiene acceso a a las herramientas y los recursos económicos para aplicarlas en distintos usos”, añadió.
En ese sentido, explicó que es la sociedad la que debe exigir a sus políticos los límites que desea establecer en la materia.
Desde el punto de vista de las comunicaciones y el periodismo, el editor jefe del MIT Technology Review mencionó que esta tecnología puede ser muy útil para ahorrar tiempo a los periodistas, especialmente en el análisis de grandes bases de datos.
El Festival Cocuyo y la Escuela Cocuyo se realizan este año de forma virtual por la pandemia del coronavirus, a través de la plataforma Hopin bajo la administración de Wingu, una iniciativa de tecnología cívica.
Se hace en alianza con la Deutsche Welle Akademie, el patrocinio de Medianálisis e Ipys Venezuela, el apoyo académico de la Unimet y la Ucab, además del patrocinio de Empresas Polar y Santa Teresa.