Sin el acompañamiento de su amplia feligresía, por streaming, con un juego de luces robotizado, estrictas medidas biosanitarias y mucha fe, este sábado 31 de octubre se cumplió la tradicional bajada de la imagen de la Virgen de Chiquinquirá, o simplemente la Chinita, en la Basílica que desde 1943 le sirve de santuario en Maracaibo.
La ceremonia de la bajada de la Chinita, patrona de los zulianos, da inicio de las festividades patronales que este año debido a la pandemia por el coronavirus será presenciada por sus miles de fieles de manera virtual.
Por primera vez, en los 208 años que tienen las fiestas patronales de Nuestra Señora del Rosario del Chiquinquirá, la Chinita bajó de su altar sin la presencia de su pueblo, informó el diario regional La Verdad.
La actividad religiosa presidida por el arzobispo de Maracaibo, monseñor José Luis Azuaje Ayala, fue vista por los zulianos a través de las redes sociales, la radio y el canal Once de Zulia, para evitar aglomeraciones ante el COVID-19.
“Debemos estar conscientes que la Virgen no solo baja para ser homenajeada sino para hacernos tomar conciencia de lo que hemos hecho con nuestra tierra, nuestra historia regional, nuestras instituciones, las familias, la política, la democracia, la economía y hasta con la religión”, manifestó Azuaje durante la homilía.
Dentro del templo solo estuvieron presentes 16 sacerdotes invitados, autoridades civiles, organizadores y grupos musicales.
La ceremonia virtual de la Bajada comenzó a las 5:00 pm, finalizado el rezo del Rosario, en el Cofre de Oro, como es llamada también la Basílica de la Virgen de Chiquinquirá, ubicada en Maracaibo.
La Reliquia descendió por un tobogán de unos 10 metros, a diferencia de los 60 metros de años anteriores y que la han llevado hasta el pórtico del templo.
A la ceremonia eucarística asistieron poco más de 160 personas, para acatar los protocolos de bioseguridad. Los presentes llevaron mascarillas.