El panorama en las principales calles y avenidas de Caracas tiene cada vez menos personas. Ya es normal encontrar avenidas enteras completamente vacías y las pocas personas que se desplazan van con sus rostros con tapabocas, debido a la cuarentena impuesta en el país. Sin embargo, los lugares que rompen con esas imágenes son las estaciones de servicio de la capital venezolana.
Son pocas las estaciones que abren todos los días. De hecho, las icónicas como la que están en la entrada de Las Mercedes lucía desolada la tarde de este martes 31 de marzo.

“Aquí trabajamos un día sí, un día no. La gandola llega como a las 9:00 de la mañana, pero las personas empiezan a hacer la cola desde más temprano”, comentó uno de los trabajadores de la estación de servicio.
En la bomba de Maripérez la situación era similar. El lugar estaba cerrado con algunas cintas y no había empleados a la vista.

Mismo panorama se vio en la estación de servicio ubicada al norte de la avenida Baralt. Esta bomba no presta servicios desde hace siete días.

Sin embargo, la escena cambiaba drásticamente en la estación de servicio La Estrella, ubicada detrás de la plaza La Estrella, en la urbanización La Candelaria.

Esta estación de servicio, custodiada por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), surte de combustible todos los días y a todas las personas, sin importar si es o no es de un sector prioritario.
Las personas que pudieron surtir gasolina a la 1:00 de la tarde estaban esperando en la cola desde las 4:00 de la mañana. La fila era tan larga que se extendía hasta el conjunto residencial Parque Caracas, a un kilómetro de distancia (a pie) del lugar.