San Cristóbal.-La voz de un empleado suena en el parlante y advierte que “el jabón en polvo se agotó”; en las afueras decenas de personas que esperaban en cola, desde hacía hasta cuatro horas, se marchan entre quejas y resignación. La escena corresponde a Farmatodo, ubicado en el Centro Comercial Sambil , en la ciudad de San Cristóbal, seis días después del cierre de la frontera colombo-venezolana.
El desabastecimiento en la capital del Táchira no ha variado, tras el bloqueo del paso por el puente internacional Simón Bolívar, a unos 40 minutos de esta ciudad. Así se constató en un recorrido hecho durante este miércoles 26 y jueves 27 de agosto por un total de nueve establecimientos.
Las colas de consumidores en busca de productos básicos se extienden desde tempranas horas de la mañana hasta mediodía o la tarde. En las filas hay adultos, pero también hay niños en brazos de sus madres. Una de ellas es Carlota Medina, quien, junto a sus dos hijos pequeños, estuvo durante cuatro horas a la espera de comprar jabón en polvo. “No he visto ningún cambio desde el cierre de la frontera, aquí sigo haciendo colas”, dijo Medina, en horas del mediodía de este 26 de agosto, mientras confiaba entrar al supermercado El Cosechero, frente a la Plaza de Las Palomas.
Las deportaciones de colombianos no escapan a los comentarios entre los trachirenses. José Azuaje, quien salía del referido local, entiende que cualquier persona que haya permanecido de forma ilegal en Venezuela debe ser deportada. “Me parece correcto sacar a todo el que esté ilegal en mi país, pero no creo que eso sea la solución al desabastecimiento. Muchos venezolanos también revenden los productos; los colombianos no son el problema”.
En Makro, ubicado en la Avenida Rotaria, la oferta de los artículos regulados también generó cola. La harina de maíz precocida y el jabón en polvo explicaba que las personas espararan por su turno para comprar.
Los pasillos del Hipermercao Garzón, ubicado también en la Av. Rotaria, estaban atestados de gente a las 8:30 de la mañana de este jueves 27 de agosto. Los anaqueles estaban llenos de marcas de refresco, salsas, snaks. La escena se repetía, a las 10:30 am, en la Séptima Avenida del centro de San Cristóba, donde había numerosos compradores en Multitiendas Ziyan y Maxi Lucky, ambos conocidos como “Los chinos”, a pesar de que no ofertaban productos regulados.
La calurosa mañana en San Cristóbal no impidió que los alrededores del terminal de pasajeros estuvieran colmados de colas en los establecimientos que sí había productos subsidiados.
A las 9:30am en Mega Abasto, frente al terminal púbico de pasajeros, Jairo Alberto Angarita, de 25 años, ya sumaba dos horas y media de cola. Como muchos habitantes tachirenses, Angarita es colombiano de nacimiento, y vive en Venezuela desde los 11 años. Desde la semana pasada, cuando se cerró la frontera, lidia ya no solo con las colas para comprar, sino también con el temor de transitar por las calles, a pesar de que, dice, tiene sus documentos en regla. “Estoy aquí porque necesito comprar para llevar a mi casa, eso me obligó a salir, pero ahora ni colombianos ni venezolanos están seguros. Yo vendo zapatos colombianos en Venezuela. Llegué hace 14 años, tengo familia y amigos en ambos lados del puente.”
Más adelante, a unos 100 metros de la entrada del terminal público de pasajeros de San Cristóbal. están ubicados los abastos “Gran Muralla China”, donde la cola supera la cuadra. También “Inversiones Bogado Sánchez”, justo al lado del mercado de los Pequeños Comerciantes. El consumidor Edgar Alexander Agüero Parra salía de este último establecimiento, tras estar casi dos horas de espera para comprar esponjas para lavar platos, desodorante y jabón. Claudia Meneses, colombiana con nacionalidad venezolana, comenta que “todos somos muy parecidos en ambos lados del puente. Si Venezuela no produce, no va a tener alimento”.
A 20 minutos en carro está Pueblo Nuevo, conicido como la “Parte alta de la ciudad”, donde se ubican el Hipermercado Baratta y Premium Supermercado. En ambos se puede comprar sin el filtro del número de la cédula de identidad.
Los consumidores comienzan a llegar a las puertas del Hipermercado Baratta a las 5:30 am, y a las 7:15 am abren la puerta. Pasan de 100 a 100 o de 50 a 50, según afirma uno de sus empleados de seguridad. A las 11:15 am de este jueves los compradores permanecían en largas colas dentro del Hipermercado, frente a las cajas de pago, además se surtirse de Cerelac, refresco, hisopos, toallas húmedas, entre otros. Muchos confiaban comprar la mayonesa que era entregada en la caja. Minutos después, empleados del Hipermercado informaron que se había agotado.
A las 11:40 am en Premium Supermercado, ubicado en la Avenida Principal de Pueblo Nuevo, efectivos de la GNB entregan 100 números a los compradores para adquirir jabón en polvo. Allí, al igual que en el resto de los locales, no hay filas preferenciales. Las mujeres embarazadas deben permanecer en la cola igual al resto de compradores.