El pasado 9 de mayo el residente en neonatología Johan Gabriel Pinto fue detenido por, presuntamente, sustraer insumos quirúrgicos del Hospital Pediátrico Niño Jesús de San Felipe. Sus colegas consideraron que fue una acción arbitraria, y argumentaron que lo único que tenía era un “kit de emergencia”, es decir, un koala con instrumentos para resolver casos inesperados. Con acciones de calle exigían su libertad plena. Cuatro días después, el 13 de mayo, fue liberado bajo régimen de presentación de cada 30 días. Los galenos sostienen que desde entonces, los atropellos no han parado.
Carlos Zapa, médico intensivista del hospital, denunció que le levantaron un acta de amonestación por protestar, y que lo mismo sucedió con la jefa de cirugía. “La directora de postgrado pasó un comunicado a los residentes (advirtiendo) que si volvían a asistir a una actividad gremial, los iba a botar”.
El hospital es la casa de postgrados de cirugía, pediatría, medicina interna, gineco-obstetricia, imagenología, medicina critica y emergenciología en la entidad.
El intensivista recibió una citación por parte de la dirección del hospital, “y lo más seguro es que me boten“. Sus colegas convocaron a una concentración este miércoles 18, día de la citación, para respaldarlo. “Llevan toda la semana amenazando a todos los que protestaron”.
Los doctores no solo protestan por el caso Pinto: también exigen mejoras en su institución. El tomográfo no funciona hace tres años, el servicio de bacteriología está cerrado desde hace casi cinco. “Los cultivos son exámenes vitales y los pacientes tienen que hacerlo por fuera, y eso son mínimo Bs. 3.000”
“Un 75,80% de los insumos de un enfermo tienen que comprarlo los familiares, y los antibióticos más básicos es más lo que no hay que lo hay”, denunció Zapa. “La mayoría de las camas están dañadas, los colchones llenos de huecos. Más o menos 50% de los aires acondicionados están dañados. Son condiciones insalubres”.
El galeno aseguró que mantendrán las acciones de calle. “Nos llaman ladrones, nos llaman malandros, pero la verdad es que nosotros los médicos no podemos quedarnos callados. Diariamente muere gente frente a nuestros ojos por la enorme corrupción de este Gobierno”, alertó.