La reciente decisión del Consejo Nacional de Universidades (CNU) de eliminar las pruebas internas de admisión en las universidades públicas del país, centralizando el ingreso a través del Sistema Nacional de Ingreso (SNI) gestionado por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu), ha generado críticas entre expertos y autoridades universitarias.
Robert Rodríguez, profesor, dirigente gremial y jefe de cátedra de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) en Caracas, advierte que esta medida compromete la autonomía y la calidad académica, al ignorar los problemas estructurales que aquejan al sistema educativo superior.
El docente calificó la orden ministerial como una distracción del gobierno de Nicolás Maduro, que prioriza “problemas imaginarios” sobre las verdaderas crisis que enfrenta la educación superior.
«No me canso de admirar la capacidad del gobierno para dedicarse a resolver problemas imaginarios. El tema de la admisión y las pruebas internas está superado hace años. Las acusaciones de discriminación en los procesos de admisión son infundadas o, en todo caso, limitadas.; si existe alguna problemática, ocurre solo en cuatro grandes universidades —la UCV, la ULA, la Universidad de Carabobo y la Simón Bolívar— y, aun así, estas han hecho esfuerzos significativos para garantizar el ingreso de estudiantes sin ventajas socioeconómicas o académicas a través de programas inclusivos”, afirmó Rodríguez en conversación con Efecto Cocuyo.
Rodríguez lamentó que el CNU haya abierto un debate sobre un supuesto problema de acceso, mientras ignora la crisis estructural que amenaza a las universidades públicas.
“Nos estamos quedando sin profesores. La planta docente está destruida en casi todas las universidades históricas y hasta en las nuevas bolivarianas. Es lamentable que se discuta un problema imaginario en lugar de resolver la destrucción del talento humano, especialmente de profesores e investigadores, que perdemos a paso acelerado”, subrayó.
El profesor destacó que las pruebas internas, lejos de ser barreras, son mecanismos puntuales utilizados solo en algunas facultades de universidades como la UCV, ULA, UC y USB para garantizar la preparación de los estudiantes en carreras de alta exigencia.
“No hay pruebas internas generalizadas en el país. Hablar de esto como un gran obstáculo es una distracción”, sentenció.
Aún esperan más claridad
Por su parte, Mario Patiño Torres, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), compartió esta preocupación, al calificar la medida como “intempestiva” y un riesgo para la calidad académica.
“Nunca se ha negado el ingreso a quien cumpla los requisitos en las universidades autónomas, sin costos adicionales. Asignar cupos sin garantizar comedores, transporte o bibliotecas limita la prosecución estudiantil”, afirmó Patiño.
Añadió que el presupuesto universitario es insuficiente para atender las necesidades de los 350.000 cupos prometidos por el gobierno, lo que podría agravar el colapso del sistema.
Asimismo, Raúl López Sayago, rector de la UPEL, defendió las pruebas internas como esenciales para carreras con requisitos específicos, como educación física, que evalúan competencias físicas indispensables.
“No se trata solo de asignar cupos, sino de garantizar calidad. Sin profesores, laboratorios ni infraestructura, la educación superior está en jaque”, aseguró en Unión Radio.
López Sayago, en nombre de la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (Averu), exigió una reunión urgente con el ministro de Educación Universitaria, Ricardo Sánchez, para buscar soluciones que respeten la autonomía universitaria.
La Averu, en sesión permanente, ha denunciado que la centralización del ingreso en el SNI viola el artículo 109 de la Constitución, que protege la autonomía de las universidades.