Garantizar espacios para el diálogo y promover la tolerancia entre los compañeros de clases son claves para superar las adversidades que enfrenta este nuevo año escolar.

A juicio del cofundador de Cecodap (Centro Comunitario de Aprendizaje), Óscar Misle, más que entrar de lleno a los contenidos académicos estos primeros días, “se debe dedicar tiempo a la atención socioemocional de los estudiantes” y que, así, la escuela se consolide como un espacio para la resiliencia y para transmitirles esperanza.

El educador alertó que con un nuevo período académico “el bullying (o acoso escolar) también inicia clases” por lo que es importante insistir desde el hogar y la escuela en el respeto por otro, así como debatir sobre la situación económica del país y las dificultades que pueda estar atravesando la familia.

“Habrá niños que lleguen a clases con los libros reciclados o los uniformes usados de algún primo o pariente. Hay que evitar las agresiones hacia ellos. Se debe conversar sobre cómo no todos podrán tener las mismas condiciones que antes y que eso no debe hacerlos sentir menos que otros”, explicó.

Orientación al docente

Misle consideró que maestros y profesores tendrán un rol fundamental en la integración de los alumnos y deben estar ahí para darles palabras de aliento. Recomendó la realización de dinámicas de grupo y actividades que promuevan un buen trato entre todos.

Indicó que con los niños, niñas y adolescentes que este año 2018-2019 pasen de un colegio privado a una escuela pública se debe realizar un trabajo de transición que no será de un día para otro, y en los salones es un momento oportuno para promover la tolerancia.

El terapeuta recordó que también habrá quienes se encuentren con “pupitres vacíos” por compañeros que se fueron del país y esto puede ocasionar un duelo migratorio. Sugirió que, en la medida de lo posible, se realicen actividades que permitan mantener una conexión emocional como escribirle una carta a esa persona que se fue del país.

Señales para los padres

Misle señaló que los padres y representantes deben mantenerse alertas a las señales que puedan estar enviando sus hijos de que algo ocurre: como el no querer ir a la escuela, que esté decaído, que sienta ansiedad o angustia.

En ese sentido, recomendó mantener una comunicación constante en la que a los niños se les pregunte cómo les fue en clases y cómo se sienten frente a distintas situaciones. Agregó que en el caso de los adolescentes “es importante respetar sus silencios” y más que buscar darles respuestas “hacer preguntas”.

Flexibilidad

Frente a las dificultades económicas que puedan atravesar las familias, el educador y cofundador de Cecodap, Fernando Pereira, destacó que los directores y docentes deben practicar la flexibilidad en cuanto a los uniformes, listas y útiles escolares.

“Hay que privilegiar que los niños, puedan asistir a la escuela y que los padres no tengan impedimentos mayores para gestionar sus comodidades”, dijo.

Agregó que esta flexibilidad también se aplica a los horarios de llegada en la mañana si se está en una zona donde se presentan problemas de transporte público.

Periodista egresada de la UCV. Estudiante del posgrado de periodismo de investigación del grupo editorial Perfil y la Universidad del Salvador en Argentina.