El pueblo de Choroní padece los mismos problemas que ha padecido desde hace tiempo. Por eso, los posaderos aseguran que en el lugar reina la normalidad. Aunque lamentan la trágica situación que se presentó el lunes 21 de agosto a partir del desbordamiento del río Las Mercedes, aseguran que “exactamente, en el pueblo de Choroní, no pasó nada”.
Antonio Llerandi, propietario de la posada Las García, sostiene que la carretera está habilitada desde hace dos días con restricciones para vehículos pesados, y no hay damnificados ni heridos en el pueblo, ni daños materiales.
Los problemas que tiene el pueblo, dice Llerandi, no están relacionados con el reciente desbordamiento del río. Cree que, a través de las redes sociales, se han difundido rumores sobre Choroní que no son ciertos.
“Aquí tres días a la semana no hay luz, frecuentemente nos quedamos sin línea telefónica, el aseo urbano pasa una vez al mes, hay problemas con la telefonía celular, el problema del agua es grave desde hace años, porque la tubería es muy vieja, y aun así hemos seguido trabajando”, afirma.
Sin embargo, producto de la crisis existente en el país, el turismo en la zona se ha visto afectado. “La presencia de turistas en el pueblo es baja, casi inexistente, pero la caída viene siendo sistemática. Choroní tenía como tres meses que no recibía a nadie. Hoy me llamaron del banco para preguntarme qué pasaba con mi punto de venta, porque prácticamente no se utiliza”, cuenta Llerandi.
Para Nancy Contreras, encargada de la posada Pittier, el pueblo está operativo y listo para atender a los visitantes. “La mayor preocupación que tenemos en este momento es por el servicio del agua potable. Sin embargo, aunque las instituciones pertinentes están trabajando para restablecerlo, nosotros ya tomamos nuestra previsiones”.
“Desafortunadamente, la situación país ha afectado al turismo en la zona. La ocupación de nuestra posada está un 40% por debajo con respecto al año pasado”, dice Contreras, quien asegura que la realidad del pueblo, en este momento no es trágica. “Los sucesos ocurrieron a 30 minutos del pueblo, razón por la que la comunidad no se vio gravemente afectada”.
Carlos Morales, propietario de la Casa Bequeve Choroni, asegura que el Gobierno tiene bajo control la zona donde ocurrió la tragedia que, según explica, está muy distante del pueblo y es un área despoblada. “Las personas, lamentablemente fallecidas, eran turistas. No hay vecinos del pueblo entre las víctimas”.
Al igual que Llerandi y Contreras, Morales considera que muchos medios de comunicación han sido “amarillistas” en el tratamiento de la información relacionada con el suceso.
“Los trabajos de búsqueda de desaparecidos continúan, las autoridades actualmente están colocando una manguera provisional para restituir el servicio de agua potable, hay camiones cisternas de la gobernación que están proporcionando agua a la comunidad; los problemas que estamos sufriendo son de antes, el pueblo en sí no sufrió”, asegura Morales.
Foto: El Siglo
Excesivamente normal.