Presencia del Cicpc se mantiene a las afueras de residencia de Andreína Baduel

La presencia de patrullas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se mantiene a las afueras de la residencia de la activista de derechos humanos Andreína Baduel, quien hace semanas denunció el apostamiento de este organismo de seguridad en los alrededores de su vivienda.

Este 15 de julio, la ONG Un Mundo Sin Mordaza mostró fotografías en un post de la red social de X de este tipo de hostigamiento en contra de la hija del fallecido exministro de la Defensa, general Raúl Isaías Baduel.

«Andreína Baduel está bajo vigilancia del Cicpc en su propia casa. Patrullas, alarmas y funcionarios armados cercan su vivienda sin orden judicial», aseguró la organización no gubernamental.

Hostigamiento contra Baduel no es nuevo

La propia Baduel denunció en mayo pasado que al terminar el cuarto día de la jornada #RutaGlobalPorLaJusticia, con las que el Comité por la Libertad de los Presos Políticos pidió el respaldo de países con presencia diplomática en Venezuela, al llegar a su vivienda había personas que le hicieron fotografías y videos.

En ese momento, también observó motos y camionetas sin placas estacionadas afuera. Cuando ella confrontó a quienes la grabaron, estas personas se dispersaron sin ofrecer explicaciones. 

El pasado 25 de junio, Baduel volvió a llamar la atención sobre la presencia policial a las afueras de su residencia. Que se produjo una semana después de recibir medidas cautelares de protección de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).

«Cuando abordamos y consultamos a los efectivos del Cicpc sobre este inusual despliegue, los funcionarios alegaron que se trata de un ‘operativo de seguridad’. Sin embargo, hasta la fecha, no he sido notificada formalmente sobre ninguna acción judicial relacionada con la implementación de la medida cautelar dictada por la Cidh«, denunció Baduel en su cuenta de X.

El Cicpc la citó en diciembre pasado

En diciembre de 2024 recibió una citación del Cicpc que la llamó a declarar por supuestos delitos relacionados con el terrorismo y la incitación al odio.

Desde las afueras del organismo dijo que estas acciones eran parte de la persecución que vive su familia desde hace 17 años.

«No tengo nada que temer, no tengo nada que ocultar. Dios y el mundo saben que mis actuaciones no son ilícitas, sino apegadas a derecho, son por amor y por eso sigo luchando para que haya justicia, libertad, reparación y para que no se repita tanta crueldad en Venezuela. Esto es la continuidad de la persecución que ha vivido mi familia por más de 17 años», aseguró entonces la hija del general Baduel, quien falleció bajo custodia del Estado en octubre del año 2021.

Este 15 de julio, Un Mundo Sin Mordaza demandó el fin de estas acciones en contra de la activista. «Exigimos el cese inmediato del hostigamiento y respeto a su integridad y libertad», reclamaron.