Tres de las universidades privadas más reconocidas en Caracas y en todo el país continúan con su educación a distancia en estos tiempos de cuarentena. Las casas de estudio Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), Universidad Metropolitana (Unimet) y Universidad Monteávila (UMA) utilizan medios como Zoom y Google para seguir en comunicación con sus estudiantes.

Cuando el gobierno de Nicolás Maduro declaró la suspensión de clases en todos los niveles educativos el pasado 13 de marzo, la Universidad Monte Ávila se encontraba a la mitad del año académico.

Ese mismo día Michelle Moncada y el resto de los estudiantes de quinto año de Comunicación Social entregaron el producto final de su Proyecto Final de Carrera (PFC), pero no llegaron a defender esta tesina. Los profesores de la UMA ya habían hecho reuniones anticipando que en los días siguientes se daría el inicio de la cuarentena nacional.

“Ese día nuestra coordinadora nos dijo que lo más probable es que no iba a haber clases a la semana siguiente en la universidad ni tampoco la semana después de esa”, comentó la estudiante.

A partir del lunes 23 los profesores de la UMA en las carreras anuales, y las semestrales que estaban recién iniciadas, continuaron sus clases bajo la modalidad virtual. Empezaron a usar la plataforma de video llamadas Zoom y el sistema de educación de Google, Google Classroom

Solo el cambio de modalidad con las herramientas que se encontraban disponibles en el momento improvisado obligó a los profesores a reducir sus clases a bloques de 45 minutos, que es el tiempo máximo que permite Zoom para los usuarios que no pagan la “versión Premium”.

El sistema de evaluación en el régimen anual también cambió. En vez las evaluaciones parciales y los exámenes finales del año, la universidad decidió tener evaluación continua.

Los que se graduaban

Los que cursaban quinto año en alguna carrera de la UMA ya habían visto gran parte de sus clases cuando la cuarentena inició, ya que en esta universidad el último año empieza con adelanto para defender la tesis el mes de mayo y así adelantar la petición de grado.

A pesar de que Moncada entregó su PFC la estudiante no ha podido defenderlo todavía y no está segura si lo hará, ya que el comité de evaluación se ha flexibilizado con respecto a las presentaciones.

Lo que sí es cierto es que los procesos de graduación y el acto de conferimiento de títulos se encuentran suspendidos hasta nuevo aviso, así como el examen de admisión a la UMA, según informó el rector Francisco Febres-Codero Carrillo el pasado 13 de abril a toda su comunidad.

En su comunicación dio “especiales palabras de aliento, ánimo y solidaridad” a la comunidad estudiantil.

“La fuerza de su juventud los empuja a poner el mayor empeño de sacar adelante su carrera universitaria, aun en las condiciones más adversas”.

Moncada asegura que la universidad ha hecho lo que podía hacer con la situación inesperada y los recursos disponibles.

Difícil y gratificante

La readaptación de los profesores de la UMA a la nueva modalidad “ha sido muy difícil y por eso mismo, muy gratificante”. La Decana de la Facultad de Ciencias de la Comunicación e Información, Tatiana Aguilera Franceschi respondió a Efecto Cocuyo que el reto más importante ha sido “mantener el seguimiento personalizado” para poder llegar a cada alumno.

“Desde el inicio del confinamiento, teníamos como tarea saber si todos los alumnos podían hacer frente a este reto. Nos preguntamos, ¿Cada uno de nuestros estudiantes puede subirse al tren de la virtualidad?  Hubiera sido muy fácil empezar a disparar contenidos a distancia desde diversas plataformas, pero no. Eso no es educar. Teníamos que continuar llegando a cada uno.”, escribió en el correo de entrevista.

A través de los delegados de cada salón, se le hizo llegar a todas las facultades una base de datos para conocer el caso de cada estudiante en relación con la conectividad a internet.

Los alumnos que merecen una atención especial por no disponer de recursos participan en “clases asincrónicas”. Para participar en las actividades “tratamos de que puedan contestar por teléfono una batería de preguntas” y la materia vista en clases la reciben en resúmenes del resto del grupo cuando “llega” su escasa conexión, dijo Aguilera.

Para la profesora, estos alumnos conforman “la lista más importante” y la universidad mantiene un trabajo especial “para que no se sientan excluidos”.

Reflexionó que, en el tiempo de pandemia “que la clave aquí es tener prioridades bien establecidas, además de orden y paciencia”.

En especial en un tiempo en el que toda la familia tiene la necesidad de compartir los recursos tecnológicos disponibles en la misma casa: los padres con sus trabajos, y los hijos con sus estudios.

La Ucab busca todos los recursos

A la Ucab le faltaban diez días para iniciar el nuevo período semestral cuando se detectaron los dos primeros casos de COVID-19 en Venezuela. Ese 23 de marzo las clases no iniciaron, pero una semana después algunos profesores contactaron a sus alumnos para empezar a explorar en conjunto las herramientas que se podrían utilizar.

Después de dos semanas de ensayo la Ucab definió el inicio de clases para el 27 de abril con una oferta de medios a utilizar para alumnos y profesores. En cambio, las clases que estaban concebidas previamente como materias virtuales, iniciaron el 13 de abril.

“La Ucab posee herramientas de alta calidad para el desarrollo de las cátedras a distancia y como apoyo a la presencialidad, que serán puestas al servicio de la totalidad de las cátedras que conforman las mallas curriculares, tales como Aula Virtual, Módulo 7, Blue Button y Zoom”, se lee en el comunicado del 7 de abril.

La Guía para la contingencia académica 2020 publicada en la página de la universidad indica paso a paso cómo utilizar todos estos recursos para fines pedagógicos”.

Todas las clases fueron reestructuradas para la modalidad virtual, y los métodos de evaluación siguen en discusión, esperando que a medida que se recuperara la movilidad tras acabarse la pandemia, la comunidad ucabista se pudiera reincorporar a la colmena.

Posible extensión

De no haber una reincorporación presencial antes de agosto, las autoridades informaron que extenderían el semestre hasta septiembre para aquellas materias que tienen un componente práctico insustituible. Ejemplos de esto son las evaluaciones clínicas de los estudiantes de psicología o el rodaje del cortometraje de los estudiantes de Comunicación Social, Mención Audiovisual, así como los laboratorios de ingeniería.

El tiempo de espera también le dio a la universidad la oportunidad de repotenciar la conectividad que alimenta a sus sistemas Aula Virtual y Módulo 7 y buscar soluciones para los profesores con poco o nada de penetración a internet, y discutir soluciones para los estudiantes en la misma condición.

“Cuando empiecen las clases el 27 de abril tiene que ser de forma asincrónica. Si los profesores no desean o no pueden grabarse tienen que darle un mecanismo a los estudiantes que no se pueden conectar en vivo” aclaró el consejero universitaro Rafael Punceles.

La Ucab también respetó la decisión de aquellos que consideran que su conectividad les haría imposible realizar las actividades virtuales y ofreció la opción de devolver el dinero a esos estudiantes que ya habían inscrito el semestre.

Unimet: “mucha disposición”

Para Luis Augusto Ramírez, estudiante de la Unimet, el trimestre pasado fue más demandante. Comentó que en muchas de sus materias los profesores dejaron un gran porcentaje de evaluaciones para las últimas dos semanas de marzo, en las que se finalizaba el trimestre.

“Lastimosamente coincidió con cuarentena y los exámenes que se realizaron fueron bastante complejos”, agregó.

Restando tan poco tiempo para terminar el trimestre, la Unimet no contempló suspender clases, sino que inmediatamente los profesores comenzaron a dar la materia restante por Zoom.

Ramírez dijo que ya desde hacía un tiempo atrás los profesores utilizaban la aplicación móvil “Edmodo” para mantenerse en contacto con sus profesores y realizar las evaluaciones. Conocerla con tiempo fue de ayuda para asumir este nuevo método de enseñanza.

“A pesar de que fue bastante complejo las últimas dos semanas las notas fueron buenas y las clases virtuales fueron bastante buenas, hubo mucha comunicación y disposición por parte de los profesores”, reconoció.

El nuevo trimestre tendría que haber empezado a principios de abril, pero en cambio la universidad postergó el inicio al próximo 4 de mayo para planificar con tiempo el cambio en el plan de clases y ofrecer soluciones a los alumnos con poca conectividad, según aclaró el rector Benjamín Sharifker en una entrevista telefónica con Efecto Cocuyo cuando se tomó la decisión de prorrogar la inscripción.

La penetración del internet es uno de los problemas que Ramírez tiene más en cuenta, ya que en su hogar la conexión no es estable. Sin embargo, confía en que la universidad se está preparando para hacer de este semestre virtual una experiencia óptima.