Más de 8 horas permanecieron con las rodillas sobre el cemento, la frente en el piso y la espalda desnuda al sol las cerca de 150 personas que fueron llevadas al Destacamento 51 de la Guardia Nacional, ubicado en El Paraíso, tras el operativo relizado el lunes 14 de julio en la Cota 905 . De acuerdo con cifras oficiales, fueron 134 los detenidos, pero cuatro de esos hombres aseguraron que eran más. Hasta 200, calculó uno de ellos y todos confirmaron una suma importante de menores de edad.
“Ojalá no existieran los derechos humanos para así matarlos a todos ustedes, cuerda de delincuentes”, dijo de forma mucho más grosera uno de los funcionarios mientras los apuntaba con un arma según contó José, uno de los retenidos que ya fue liberado. Él, y otros tres más, volvieron al mediodía de este martes 14 de julio al destacamento para exigir que les regresaran las pertenencias que les quitaron durante la requisa o a saber sobre familiares que seguían adentro. Explicaron que desde las 10:00 de la noche del día anterior empezaron a liberar a los detenidos por grupos de 10 y que primero fueron los menores de edad. Calcularon que para el mediodía de este martes ya habían salido más de 100.
A eso de las 5:30 de la mañana, cuando muchos se disponían a salir a trabajar, y hasta las 5:00 de la tarde de este 13 de julio la Cota 905 se llenó de efectivos de seguridad que puerta a puerta entraban en las viviendas de los vecinos en búsqueda de cualquier sospechoso. “Había varios uniformados, cientos y cientos de funcionarios”, apuntó una de las mujeres que aguardaba afuera del Destacamento. La madre de un adolescente que fue liberado la misma noche del lunes se indignó mientras recordaba los enseres que les reventaron, las neveras que les tiraron al piso, las plantas de música que les rompieron y los reales que les quitaron. “Eso es un abuso policial”, insistió.
“Eso fue horrible, tumbaron puertas, le pegaron a las mujeres, hasta a una embarazada de 7 meses le dieron por la espalda”, comentó otra de las mujeres que esperaba afuera. Su hija continuaba detenida la tarde de este martes 14, pero el motivo era por “unos papeles”. A ella la agarraron mientras botaba la basura.
“Yo estuve allí (Destacamento 51) desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche, arrodillado contra el piso todo el día”, contó uno de los jóvenes que, como el resto, no quiso identificarse. Denunció que desde el momento de su captura recibió maltratos por parte de los efectivos, quienes de forma violenta irrumpieron en su casa. “Me preguntaban dónde estaban los malandros, me quitaron 1.500 bolívares que tenía para comprarle algo a mi hijo y un teléfono”, agregó. Recordó que le destrozaron el reloj que le regaló su esposa el Día del Padre, le hchieron trizas un bolso y la gorra terminó en la basura. Él trabaja como ayudante de cocina.
De acuerdo con lo que comentaron los hombres que estuvieron detenidos, en la cancha de los militares los dividieron en grupos: los colombianos, los menores de edad, los tatuados y el resto. Ese resto era la gran mayoría y a esa porción pertenecían ellos cuatro. Sin embargo, expresaron que las peores reprimendas se las llevaron los extranjeros y quienes tenían su piel marcada. “Si tenías tatuajes te caían a golpes, asumían que eras malandro por eso” , expresó uno de ellos y sonrió al apuntar que no había decidido tatuarse.
Los hombres contaron que mientras estaban en el sitio, los funcionarios iban pasando persona por persona con dos fotos en mano para ver si se parecían a aquellos “buscados”. “Este eres tú, pero más gordito”, le dijeron a uno. Sobre la presencia de fiscales para indicaron que hubo tres durante todo el día. “Cuando llegaba la fiscal nos levantaban del piso”, expresó uno.
En cierto momento uno de los hombres levantó la franela para mostrar su espalda roja y dijo que ni lo dejaron orinar durante todo el día. “Nos decían que nos mearamos encima” , comentó indignado. Explicó que estaban muy juntos uno al lado del otro y que era dificil moverse.
El criminólogo Luis Godoy apuntó durante una entrevista que el riesgo de estos operativos era que de no atrapar a delincuentes sino a inocentes, las comunidades iban a rebelarse contra los funcionarios. Precisamente en eso coincidían los presentes, agresividad se responde con agresividad. “Estos niños que maltrataron se resienten y luego se preparan para proceder contra los funcionarios”, comentó la madre del adolescente.
De 17 años, el joven estudia y trabaja como ayudante de albañil. Según contó, entraron en su cuarto, le apuntaron con un arma en la cabeza, le preguntaron si tenía algo que lo comprometiera, si sabía alguna información. Luego de la requisa lo pusieron con el resto. “Nos traían en ese camión como si fuéramos unos presos de verdad”, dijo. Su madre denunció que le pisaron los dedos de las manos y que lo golpearon con el casco mientras estuvo detenido.
El capitán (GN) Madriz, presente dentro del destacamento la tarde de este martes, accedió a hablar con los periodistas solo para informar que no podía dar ningún tipo de información. A pesar de preguntarle sobre las denuncias que realizaron los familiares y detenidos, dijo que el único organismo que puede hablar sobre el operativo es la Policía Nacional Bolivariana incluso cuando las acciones habían sido en ese sitio.
Para uno de los hombres todo el operativo fue una jugada política para decir que se está haciendo algo contra la inseguridad. Está seguro de que a los delincuentes no les hicieron nada, que es falso que agarraron a siete bandas “lo que capturan es puro inocente. Los delincuentes están allí y los inocentes presos”, dijo. “De los que uno conoce están ahí toditos, de aquí solo sacaron a cuatro con antecedentes”.
Los robacarros
En las afueras de la sede de Quinta Crespo del Cicpc esperaba la abuela de un joven de 16 años que había sido detenido durante el operativo. Su padre, quien estuvo en El Paraíso detenido, había salido en la noche y estuvo moviendo todo para que liberaran a su hijo. La tarde de este martes aún niguna información sobre su nieto, ni habían hablado con ningún fiscal sobre su caso.
De acuerdo con un funcionario de esa sede, un total de 7 personas, incluído el menor de edad, permanecían en esa delegación y estaban siendo investigados por delitos referidos al robo de vehículos, desvalijamientos, y venta de partes robadas. “En las próximas horas, serán procesados”, aseguró.