Hoy los alemanes acuden a las urnas para escoger quien será el sucesor de Angela Merkel e inaugurará una nueva era para un país altamente protagonista en el contexto internacional. Son unas elecciones verdaderamente históricas, luego de un mandato de la canciller federal que se ha extendido por 16 años y que, sin lugar a dudas, ha dejado una impronta en su país, en Europa y en el mundo. Los germanos deben decidir entre tres opciones, que son las que en las encuestas aparecen con mayores posibilidades, Olaf Scholz socialdemócrata del SPD; Armin Laschet, -del partido de Merkel- la Unión Demócrata Cristiana CDU y Annalena Baerbock, candidata de Los Verdes. Sin embargo, según los mismos sondeos, independientemente de quien obtenga la victoria, será necesario un gobierno de coalición vistos los porcentajes de apoyo, salvo cualquier sorpresa de última hora que también pudiera ser un escenario, visto el altísimo porcentaje de indecisos que hasta último momento se mantenía.

El mundo espera atento

El tamaño de la economía alemana es el cuarto del mundo solo por detrás de Estados Unidos, China y Japón. Su protagonismo indudable al frente de la Unión Europea y sus vinculaciones económicas, geopolíticas y diplomáticas desde el bloque y de manera individual son más que evidentes en todos los continentes. Es un país demasiado importante como para ignorar lo que sucede en su interior. Alemania ha sido capaz de sobrellevar a una Unión Europea llena de diferencias culturales, idiomáticas, económicas y políticas, que la hacen ser lenta y demasiado comedida en sus actuaciones en el escenario internacional. Que está en pleno proceso de separación del Reino Unido, un país que decidió abandonar la alianza continental y tomar su propio rumbo junto a sus aliados anglosajones tradicionales y que enfrenta cada vez mayores desafíos en el marco del nuevo orden mundial en construcción. Europa debe decidir si se mantiene anclada a los Estados Unidos, se vincula más con China en lo económico y comercial -con consecuencias políticas a mediano plazo- o se mantiene neutral en una eventual reaparición de un mundo bipolar entre EEUU y China. Por eso el mundo espera muy atento por esta elección. El nuevo gobierno alemán tendrá enormes desafíos que atender y las potencias esperan cuál será su orientación estratégica en los próximos años.

El nuevo rol de la Unión Europea

La crisis en Afganistán ha mostrado una vez más la necesidad de una política propia de la Unión Europea en asuntos internacionales. El hecho de ser una organización cuya burocracia le impide reaccionar más rápidamente que otros bloques y países ha quedado evidenciado una vez más. Un tema central que deberá atender el nuevo gobierno que se forme en Alemania a partir de los resultados de hoy. Es indispensable para Alemania, para Europa y para el mundo, que la UE asuma un papel de más equilibrio en la conformación del nuevo orden mundial. Ya las rivalidades entre EEUU y China están aflorando con mayor rapidez de las que vaticinaban las principales agencias de inteligencia globales. En ese sentido, alguien tiene que poner el cable a tierra y Europa, con el peso de la economía alemana, está llamada a hacerlo más temprano que tarde. Minimizar las diferencias y divisiones en el seno de la UE, será una tarea titánica del gobierno que resulte electo hoy en las urnas en toda Alemania.

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Politólogo con especialización en gerencia social. Actualmente es el coordinador general del Centro Gumilla en el Estado Lara. Profesor universitario de pre y postgrado. Analista político y de tendencias...